En la reseña sobre Le Nomade stellaire (1) que el sitio francés Electropublication (2) ha recientemente puesto en línea, el autor demuestra tener una visión sombría sobre el origen de Internet. En 1958, en plena “guerra fría”, las autoridades estadounidenses tuvieron necesidad de una nueva red capaz de garantizar la comunicación entre los organismos estatales, en caso de un eventual ataque nuclear. El Departamento de Estado. creó el Advanced Research Project Agency (ARPA) que agrupaba a los mejores informáticos, físicos y matemáticos para concebir un nuevo sistema de comunicación. Jóvenes informáticos y matemáticos, identificados con la contra-cultura de los años 1960, inventaron una Red mallada de ordenadores conectados por medio de cables telefónicos, el ARPANET. Esta primera Red estaba reducida al comienzo a comunicar algunas universidades o centros de investigaciones de la costa este con los de la costa oeste de los EE.UU. En un tiempo corto, la Red devino inmensa, se abrió al mundo exterior y se transformó en Internet. A fines del siglo XX y a comienzos del XXI, representa un inmenso laboratorio donde circulan las informaciones a la velocidad de la luz de una manera libre y gratuita. Constituye un proyecto cognitivo tan importante como lo fue la enciclopedia en el Siglo de las Luces. No nos referimos al proyecto Wiikipedia, sino a la digitalización de todo el patrimonio libresco de la humanidad para ponerlo al alcance de los internautas del mundo entero.

(1) Le Nomade stellaire (El nómada estelar) por Héctor Loaiza, Editions L’Harmattan, París, 2018, 383 páginas, 29 € (ISBN 978-2-343-13824-4).
(2) http://www.electropublication.net/le-nomade-stellaire-hector-loaiza-lharmattan-2017

• El nómada estelar: ¿por qué tanto miedo a la Inteligencia Artificial? por Héctor Loaiza.