Hay muy pocos artistas argentinos como Liber Fridman que peregrinaron por los diversos paisajes de América del Sur. Conoció el Chaco argentino, los espacios lujuriantes de la amazonía, el llano venezolano, el macizo andino y se quedó fascinado por el espectáculo onírico de la costa peruana en invierno. Este amor a la tierra americana, no sólo fue curiosidad estética sino pasión por los mitos de las civilizaciones precolombinas. Con un estilo inigualable, plasmó en sus lienzos esos temas arrancados del pasado, recurriendo a veces al collage con trozos de tejidos de Paracas y a los sueños para transmitirnos lo que había comprendido de esa cosmogonía. En ocasión de la exposición "Mundo de arriba, mundo de abajo" en el Museo de Bellas Artes de la Boca Quinquela Martín de Buenos Aires, del 1/09 hasta el 26/09, publicamos un texto de Ernesto Sábato y otro del crítico, historiador, escritor y periodista, Rafael Squirru, que demuestran la trascendencia de la obra de Liber Fridman no sólo para el arte argentino sino para el arte universal.

• Presentación del libro de arte "Liber Fridman, pinturas" por Ernesto Sábato

• Custodio de lo primordial, por Rafael Squirru