La crónica de un cubano radicado en la sierra ecuatoriana desde hace tres años es interesante por varios aspectos. El autor constata que la actitud acogedora y cariñosa hacia los cubanos ha cambiado luego de tres años de convivencia armoniosa que se manifiesta por el crecimiento de la xenofobia. El gobierno de Correa decretó en 1998 la entrada de extranjeros por 90 días sin necesidad de visa y firmó acuerdos con el gobierno de Castro cuya consecuencia fue la llegada de cubanos, según la edición electrónica de la BBC en español del 1/04/2010. Jorge Alberto G. Fernández señala, por su lado, la tendencia de sus compatriotas —médicos, maestros y deportistas— a imponer sus propias costumbres: “por sus actitudes, sus voces más altas que las de los demás y sus ademanes exagerados y llamativos...” Y por otra parte, señala la discriminación de la que son víctimas las mujeres indígenas por los propios mestizos ecuatorianos.

• Cubanos y ecuatorianos: ¿Choque cultural?, por Jorge Alberto G. Fernández