Tomando como pretexto el sismo del 27 de febrero, el escritor mexicano rinde homenaje al país de poetas (Huidobro, Mistral, Neruda, Parra, Rojas) y hoy también de novelistas —Donoso, Edwards, Fuguet, Dorfman, Franz y tantos otros—. Carlos Fuentes evoca su vida en Santiago entre los once y los quince años. Allí creció, estudió y publicó su primer texto Estampas mexicanas. Para él, todas las etapas de la existencia son importantes, pero hay una que señala el paso de la infancia a la adolescencia y que abre, a la vez, el horizonte de la juventud. Publicado en el suplemento cultural Babelia del diario El País de Madrid el 13/03/2010.
Carlos Fuentes (Panamá, 1928 - Ciudad de México, 2012). Hijo de diplomáticos mexicanos, creció viajando. Durante su infancia y juventud vivió en Suiza, Ecuador, Uruguay, Brasil, Chile, Argentina y Estados Unidos. En la adolescencia su regresó a México marcó su obra. En 1955, fundó con Emanuel Carballo y Octavio Paz la "Revista Mexicana de Literatura". En 1964, empezó su amistad con Gabriel García Márquez, los dos representantes más notorios del boom latinoamericano, junto con Mario Vargas Llosa y Julio Cortázar. Entre los títulos más importantes de su obra, que profundizó en la identidad cultural de México, se destacan "La región más transparente" (1958), "La muerte de Artemio Cruz" (1962), "Aura" (1962), "Zona sagrada" (1967), "Cambio de piel" (1967), "Terra nostra" (1975), "La cabeza de la hidra" (1979), "Agua quemada" (1981), "Gringo viejo" (1985), "Cristóbal Nonato" (1987), "En esto creo" (2002) y "La silla del águila" (2003). En 1987 recibió el Premio Cervantes y en 1994, el Premio Príncipe de Asturias. Sus últimos ensayos: "Contra Bush" antología de artículos periodísticos (2004), "Los 68" (2005) y "La gran novela latinoamericana" (2011).