Enrique Vila-Matas define así su último libro: “Es un paseo privado a lo largo del puente que enlaza el mundo casi excesivo de Joyce con el más lacónico de Beckett y que a fin de cuentas es el trayecto principal de la gran literatura de las últimas décadas: el que va de la riqueza de un irlandés a la deliberada penuria del otro; de la era Gutenberg a google; de la existencia de lo sagrado (Joyce) a la era sombría de la desaparición de Dios (Beckett), de lo epifánico a la afonía…” En el artículo de Walter Cassara —publicado en ADN Cultura, suplemento cultural del diario La Nación, el 1/05/10— se resume así Dublinesca (Seix Barral, 328 Páginas, 2010): Un editor fracasado peregrina a la capital de Irlanda en busca de un sueño redentor, "la muerte del Autor".
Enrique Vila-Matas, Barcelona, 1948. En 1968 se fue a vivir a París, autoexiliado del gobierno de Franco. La escritora Marguerite Duras le alquiló una "chambre de bonne". Se hizo escritor tratando de imitar al polaco Witold Gombrowicz". Publicó su primer libro: "La asesina ilustrada" en 1977 pero con la publicación de su "Historia abreviada de la literatura portátil" comenzó a ser reconocido en el ámbito internacional. Ha desarrollado una amplia obra narrativa que se inicia en 1973 y que hasta la fecha ha sido traducida a nueve idiomas. Entre los últimos libros publicados se encuentran “Suicidios ejemplares” (1991), “Hijos sin hijos” (1993) “Lejos de Veracruz” (1995) “Extraña forma de vida” (1997), “El viaje vertical” (1999), “Bartleby y compañía” (2000), “El mal de Motano” (2002), “París no se acaba nunca” (2003) y últimamente “Dublinesca” (2010).