En la lista de músicas para relajarse, son innumerables las grabaciones del mar. Su redoble ininterrumpido apacigua y descansa, se dice. Al leer este libro, se podría pensar más bien en lo contrario. En efecto, desgastados, agotados y corroídos por el ruido de las olas rompiendo, "a lo lejos, como la respiración de un animal dormido", sus dos personajes principales se ahogan al ritmo de la onda y de una lengua lacónica. De una pureza engañadora, esta novela de Tomás González es innegablemente la revelación de esas Bellas Extranjeras dedicadas este año en Francia a la literatura colombiana. (Artículo publicado en Le Monde des Livres el 12/11/10 y traducido al español por Luka Melara Soto).
Tomás González, Medellín (Colombia), 1950. Vivió 20 años en Estados Unidos, al inicio en Miami antes de mudarse a Nueva York. Alternaba la escritura con la reparación de ruedas de bicicleta en un pequeño taller. En Nueva York trabajó como traductor, periodista y corrector de pruebas. En la actualidad reside en las afueras de Bogotá en el tranquilo pueblo de Chía. Tomás González empezó a escribir a principios de la década del 70, pero su obra circuló en pequeñas editoriales y para un público selecto. Escribió Los caballitos del diablo, La historia de Horacio, Primero estaba el mar, Para antes del olvido, El rey del Honka-Monka (cuentos) y Manglares un libro de poesías. Actualmente su obra empieza a ser más conocida.