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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Literatura
1 9 2011
El miedo en las calles del narcotráfico por Gustavo Valle

Juan Gabriel Vázquez ha escrito una novela decididamente ambiciosa en la que también están la Drug Enforcement Administration (DEA) y los Cuerpos de Paz norteamericanos en su doble misión de samaritanos al servicio del Tercer Mundo y técnicos pioneros de los primeros laboratorios de elaboración de cocaína. Pero *El ruido de las cosas al caer* no es sólo eso. También es, y sobre todo, la historia de un individuo, Antonio Yammara, el joven narrador que es alcanzado de manera involuntaria por la cultura de la violencia y el sicariato colombiano.

La trama secreta
La infancia de Yammara coincide (al igual que la del autor) con los primeras aeronaves cargadas con marihuana o cocaína rumbo a Miami; su adolescencia con el desarrollo de los carteles y el narcoterrorismo; y su juventud con la captura y muerte de Pablo Escobar y la constatación del daño ocasionado por la droga en el tejido ético y político del país. Mientras todo esto ocurre Yammara hace su vida como un ciudadano más, se recibe de abogado, ejerce de profesor universitario, frecuenta La casa de la Poesía José Asunción Silva, acude a los billares del centro, se casa con una alumna y la paternidad lo alcanza justo en el momento en que su vida queda para siempre vinculada a la del ex convicto Ricardo Laverde.

Entre los dos se establece algo parecido a una amistad. O un proyecto de amistad que el destino y la violencia se encargarán pronto de interrumpir. A partir de entonces Yammara irá tras la pista del pasado de este oscuro personaje, especie de símbolo del deterioro del país, como una forma de explorar las raíces de su fatalidad como individuo y como ciudadano. Y ese pasado, que no le pertenece o le pertenece a medias y del que sin embargo sufrirá inmediatas consecuencias, será la ventana a través de la cual se desplegará la novela en sus dos vertientes: el auge del narcotráfico y la historia de amor de Yammara.

El ruido de las cosas al caer es una novela aérea, panorámico de los cielos de un país como rutas hacia la extradición o el contrabando; una novela de pilotos muertos en la que no falta un epígrafe de Antonie de Saint–Exupéry. Convenientemente el autor evita territorios en los que hubiese podido precipitarse: las FARC y el ELN, los Paramilitares y los Pepes (Perseguidos Por Pablo Escobar), al igual que la corruptela política dominada por la ley “plata o plomo” del Cartel de Medellín, mediante la cual o se aceptaba el soborno o se moría a tiros. En definitiva *El ruido de las cosas al caer *viene a ser un intento de cartografiar a través de la memoria a una población acostumbrada al miedo, sometida a una cotidianidad siempre amenazante.

Al igual que en sus anteriores novelas (pienso en la estupenda Los informantes) Vázquez explora los territorios de la ficción histórica, esos resbaladizos meandros donde personajes de ficción nadan en las aguas de los hechos que han marcado a fuego a una sociedad. Y lo hace con éxito, pues los acontecimientos nunca restan lugar a la peripecia de los personajes, todo lo contrario: posibilitan la construcción de la ficción dentro del escenario de la más noticiosa realidad. Así, Antonio Yammara no viene a ser en rigor un protagonista sino un sujeto elegido al azar por las circunstancias, alguien a quien el destino parece jugarle una mala pasada. Y la novela viene a responder a la pregunta acerca de cómo su subjetividad y su vida cotidiana reaccionan en medio del asedio de una historia de violencia conocida por todos.

Tras la pionera La virgen de los sicarios (1994), de Fernando Vallejo, que retrata el sicariato de Medellín en su dimensión más humana y desoladora, o Los trabajos del reino (2004), del mexicano Yuri Herrera, que recrea la “vida narca” mexicana desde la mirada y la voz de un compositor de corridos, El ruido de las cosas al caer viene a ocupar inevitablemente un lugar en lo que podríamos llamar novelas del narcotráfico, aunque no exista en ella el deseo de recrear la cultura del delito, despilfarro y corrupción que las caracteriza, sino más bien el impacto de todo eso en la vida de un joven de clase media bogotana nacido en la década de los setenta.

acerca del autor
Juan Gabriel

Juan Gabriel Vásquez (Bogotá, 1973) es autor de la colección de relatos “Los amantes de Todos los Santos” y de las novelas “Los informantes” e “Historia secreta de Costaguana”. Ha publicado una recopilación de ensayos literarios, “El arte de la distorsión” (que incluye el ensayo ganador del Premio Simón Bolívar en 2007), y una breve biografía de Joseph Conrad, “El hombre de ninguna parte”. Ha traducido obras de John Hersey, John Dos Passos, Victor Hugo y E.M. Forster, entre otros, y es columnista del periódico colombiano El Espectador. Sus libros han recibido diversos reconocimientos internacionales y se han publicado en muchas lenguas y en muchos países con extraordinario éxito de crítica y de público. Vive desde 1999 en Barcelona.