REINA NEGRA
A Dianke Sane, Senegal
Aquí en la poesía,
Primero
la he besado por todas partes
y después
me desafió a jugar al ajedrez;
yo era el rey de múltiples coronas
ella, la reina dispuesta a la batalla
A veces quería matarme
y volvía entre jadeos a la faena,
cara a cara con los párpados entreabiertos
nos miramos sorprendidos
Es cierto, hubo un espacio de frenesí,
de regalos, de caprichos
y de quitarle
su más preciado regalo al tiempo
cuando toqué la piel de una reina negra
y la hice de una realidad distinta
Con ese despliegue de joyero
dejó caer todos sus peones
sus luces verdes encendieron las torres,
encumbró sus dos alfiles
y la reina negra
llegó con sus blancos caballos por delante
Traían sus manos el calor de Àfrica,
dejó su cintura sometida a mis brazos,
sus nocturnos labios
pusieron relámpagos de amor
como cuando la Tierra fecunda recibe al sol
Inventamos paisajes, lluvias de terciopelo,
mapas sin fronteras y quebramos
de todo el mundo la configuración,
fue entonces cuando su cuerpo
ardió, se deslizó, provocó
y dividió en ruidos de cristal el silencio
porque ella sabía de la luz
como la estrella en las tinieblas.
Y yo rey de varios reinos
dominaba la cruzada,
navegaba de norte a sur
en sus cálidos huertos,
me desvivía por su encaje perfumado
para ser veleidosos causes al amanecer
para ser vida y muerte en el lugar tibio
de temblores y misterios
donde surge el hijo no nacido.
CANTO A LA VIDA
Canto al duende que husmea en la montaña
a los arenales, en cuya superficie
un corazón de diez orejas dibujé cuando era niño
Canto a esa silueta insurrecta en el socavón
a las mujeres de Liberia
porque instalaron una blanca paloma en su país
a las aves que levantan en sus alas la libertad
al reverso de tus besos candentes
que suenan como el latón contra el granizo
Canto y recanto a los troncos de la selva
que tararean un inmortal susurro de prosperidad
al aguacero que pasa y se lleva la maleza
a las estatuas bañadas con aspirina
a la antorcha encendida un 15 de agosto,
canto a la circunferencia
porque encierra la verdad con su último punto
y a los pescadores que equilibran.
con buen tacto la balanza.
A VECES
A veces dicen que estoy muerto
y me río a carcajadas en un teatro,
a veces dicen que el tiempo cierra las heridas
y me pregunto de qué llaga abierta será el que hiere,
a veces dicen que el exilio come las ideas y principios
y yo les digo que tienen la razón
A veces dicen que los poetas nada hacen
y yo les contesto que se muerdan los labios de rabia.
a veces dicen que una mujer desnuda como zancudo pica
y yo aseguro que es la araña la que muerde,
a veces dicen que no puedes bañarte dos veces
en las mismas aguas
y yo explico que al tercer baño te encuentras con Heráclito
A veces dicen que las lágrimas reconfortan al espíritu
y yo afirmo que las mejillas son una playa de sal,
a veces dicen que un sueño se parece a una cesta de luceros
y yo declaro que el Yo interno se levanta
en los confines del misterio
a veces dicen que poner nardos en las tumbas
es acordarse del ayer
y yo reitero que la cuarta dimensión
es la cicatriz del firmamento.
TE PERSIGUE MI AUSENCIA
Te persigue mi ausencia por las noches
cuando el reloj indica sus horas inciertas
y del ayer buscas el privilegio,
huellas que entre llantos tus vísceras roe
para poseerte a ti misma con delirio,
para gotear en cada hoja de tus sueños
Te persigue mi ausencia por las noches
cuando el reloj indica sus horas inciertas
y te maquillas como una perra enamorada
o te mientes sin asco para creerte perfecta
o te tiras de los pelos por ser la desamparada leona
o te torturas tristemente en cada amanecer
Te persigue mi ausencia por las noches
cuando el reloj indica sus horas inciertas
y te sientes bohemia con tu falda de fiesta
y lavas tus píes desesperada cada lunes
y atesoras tus angustias en cajas de cristal
y bautizas tu dulce carne ardiente con agua de canela.
Del poemario Extraño oficio.