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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Literatura
1 11 2013
La ilusión de las desilusiones de Juan Cristóbal por Patricia del Valle

Mundo, desarraigo , tristeza, ilusiones, muerte, instante, mentira, silencio, comprensión, derrota, fragmentos humanos, cuerpo viejo ,cinismo, ojo seco, olvidos A-B, odios, eternidad, infinito, amistad, deslealtad, impostura, iglesia, marginación, pobreza, monólogo, llanto… poesía, militancia, compromiso ,Coda, La Cantuta (1), Uchuracay (2), son poemas que forman parte del penúltimo libro del poeta Juan Cristóbal “Cuaderno de las desilusiones” que como un observador acucioso nos muestra e impregna intensamente en el espíritu de cada palabra desde el inicio del recorrido en el compromiso vital de la existencia por esta vida.
Pareciera que el poeta busca elaborar un mapa, una cartilla, dejarnos una guía virtual que a partir del balance de su experiencia, se inclina por concluir en sentimientos y emociones los que identifica como grandes desilusiones y desesperanzas.
Iniciando su recorrido en “Mundo” Juan Cristóbal se formula preguntas sobre los grandes cuestionamientos del ser humano como “el misterio de la vida”, “ el secreto de los días”, tratando a la vez de esbozar respuestas que conducen a nuevas interrogantes que nos llevarían con esfuerzo hacia alguna playa donde, en un juego surrealista con el destino, el azahar convierta las palabras en una brújula de choque contra lo que la vida le va deparando en su realidad.
El poeta bucea y busca una identificación en la vorágine de los signos naturales, “desierto, nubes, surcos, ríos” sin embargo su sed parece que no llega a saciarse ya que nos plantea que todo le es indiferente “inexplicablemente indiferente” luego de lo cual le sobreviene la culpa como un látigo irremediable del tiempo y trata de sostener débilmente una esperanza que lo abandona.
Más adelante se esfuerza infructuosamente de reconciliar las fuerzas de la tristeza con todas aquellas consideraciones a las cuales estas fuerzas podrían afectar, proponiendo la posibilidad que en el reencuentro y diálogo entre aquellas dos, la tristeza y la parálisis producida por su efecto, ambas dialoguen lo aparentemente imposible, : “ Que lleguen los tiempos sin fronteras las distancias sin fronteras los abismos intratables…”
Llegando a la estación de la “muerte” desliza que existe una desconsiderada insolencia en la actitud del ser humano ante la magnitud de esta verdad, no otorgando la trascendencia, grandeza y profundidad que su significado amerita y muy por el contrario se le empequeñece y frivoliza.
Se pregunta reiteradamente como es que nos encontraríamos en una “situación infinita” la cual habría que reconocer primero para luego de ubicados en ella no nos quede más remedio que creer en que algunas o todas las “grandes verdades” no significan nada más ni nada menos que “nuestros aprendizajes o miradas” en esta experiencia o forma de ver la vida.
Nos describe un lenguaje onírico cifrado, que está más allá de lo explicable y observable pero que tal vez es simple y directo, retando en cada palabra a nuestra imaginación- la poesía- llegando incluso a interpelarla al encontrarse sólo frente a ella que como un espejo contesta: “No puedes llegar al mundo como si fueses la única ruta dantesca de los simios”
Sin embargo toda esta vorágine intensa de planteamientos y cuestionamientos vitales los asume desde una perspectiva y compromiso humano, manteniendo discrepancias contra una propuesta oficial producto de la transculturación y dominación occidental. En sus últimos poemas (La Cantuta y Uchuracay) nos propone una reconciliación con la vida a partir de la historia y su compromiso con ella, así por ejemplo en los versos: “Y allí/ en esos cimientos helados y deshojados de tejidos/ en esa naturaleza fecal y animal del pensamiento, Una nueva soledad los congregó en el firmamento descarnado de la lluvia/como si fuesen la única semilla indivisible y milagrosa de la tierra/… Se vislumbra una nueva esperanza que nace y puede crecer muy a pesar de la gran desilusión que le produce este infierno vital.
Y podemos afirmar que finalmente con “Epílogo” le da la carta de significado a la amistad, carta que eleva como un escalafón entre vida y muerte otorgándole esa magia y fuerza de lo desconocido que camina hacia una nada o una nueva iniciación muy propia de la poesía: “… pero cuando llegué como un fantasma hasta tu cuarto / cubierto por los sauces desolados de la sombra… / no te vi entre los abismos que poblaban tus mañanas /…habías desaparecido como esa fuerza que impulsa las raíces de las rocas / entre las fronteras y los muros más infernales de tu barrio.

Lima, Setiembre del 2013

(1) La matanza de estudiantes de la Universidad de la Cantuta durante el gobierno autoritario de Alberto Fujimori (1990-2000).
(2) La masacre de periodistas en el pueblo de Uchuracay por las fuerzas armadas durante el gobierno de Fernando Belaúnde Terry (1980-1985).

 

acerca del autor
Juan

Juan Cristóbal nació en Lima en 1941. Hizo estudios secundarios en Chosica, ciudad cercana a la capital peruana y en la Universidad de San Marcos. Fue periodista en los suplementos culturales de los principales diarios peruanos. Actualmente es profesor de periodismo y de literatura en diversas universidades de Lima. Ganó el Premio Nacional de Poesía en 1971 y los Juegos Florales de San Marcos en 1973. Publicó varios poemarios, libros de cuento y prosa testimonial. Acaba de publicar un libro polémico “Uchuraccay o el rostro de la barbarie”, recopilación de artículos periodísticos sobre la matanza de ocho periodistas.