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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Literatura
1 6 2015
Carlos Germán Belli: Un poeta heredero del surrealismo por Saioa Camarzana

Pregunta.: ¿Cómo está viviendo estos días de homenaje en Madrid?
Respuesta.: Estoy sorprendido por todo y muy halagado y contento de encontrarme con amigos y conocer a nuevas personas.

P.: Se edita una antología de su obra, /Estos que son aquí./ ¿Qué le parece el resultado?
R.: Igualmente sorprendente porque no parece una antología sino más bien una obra completa. Es voluminoso. Y un prólogo extenso, exhaustivo, inmaculado para leerlo.

P.: ¿Qué significa para usted que Mario Vargas Llosa haya participado en este proyecto escribiendo el prólogo?
R.: Él está presente, evidentemente eso me halaga y me honra mucho.

P.: Vargas Llosa, José Manuel Caballero Bonald y Juancho Armas Marcelo han presentado el libro en Casa de América con la presencia de Rafael Roncagliolo.
R.: Es una gozada que no merezco. Estas son circunstancias inmerecidas para mí. Pero muy contento en el fondo.

P.: Se le encuadra como poeta en la Generación del 50 en Perú. ¿Cuáles eran los rasgos de aquella generación?
R.: Especialmente son poetas y destacan nítidamente Blanca Varela, Javier Sologuren y Sebastián Salazar Bondy. Hubo un primer momento en el que eran poetas de corte social los que destacaban pero finalmente están ligados a la vanguardia, a una cosa más libre. Ese es el legado me parece a mí. Era muy notoria la tendencia social.

P.: ¿Usted se siente parte de aquel grupo de poetas?
R.: No, en realidad no. Aunque reconozco que tengo algunos textos de ecos sociales pero no me reconozco. Yo me considero como un posvanguardista, como un heredero, un entusiasta del surrealismo en particular.

P.: ¿Cuál cree que es la esencia de su poesía?
R.: Yo creo que es la alianza de lo moderno y lo antiguo, lo antiguo, es decir, las formas tradicionales de la poesía del Siglo de Oro. Y lo moderno entendido como el surrealismo y la vanguardia.

P.: ¿Han variado mucho los temas de su obra a lo largo de su vida?
R.: Yo creo que el gran tema en mi caso es el fragor por el amor familiar, el amor a secas. El amor a mis padres, a mis hijas, está todo el linaje familiar. El amor de Adán y Eva, de la pareja humana, el romántico.

P.: Las relaciones familiares han sido importantes en su obra
R.: Sí, sí, sí. La familia ha estado presente. Yo soy de una familia de clase media sudamericana y el amor a los ancestros es fundamental.

P.: Trabajó muchos años en el Senado. ¿Qué aprendió allí y de qué manera se refleja en su obra poética?
R.: Sí, 22 años. Soy un poeta bien curado a la administración pública, como tantos otros. Trabajé 22 años en el Senado y posteriormente cinco años en el Ministerio de Educación. Finalmente, otros 20 años, pero ya no en la administración pública sino en el diario /El comercio/ que es el diario principal de Perú. Se refleja en un poema solitario pero muy antologado titulado /Amanuense/, es un recuerdo del trabajo que hacía copiando documentos oficiales en la máquina de escribir.

P.: En /El comercio/ escribió crónicas de viajes, ¿verdad?
R.: Sí, crónicas culturales y de viaje. Las crónicas de viaje publicadas en /El comercio/ las llegué a reunir en un libro titulado /El imán/.

P.: Las crónicas de viaje son agradecidas porque ofrecen la posibilidad de ser más literario, ¿no?
R.: Exacto. Te puedes centrar más en las letras. Ha sido una suerte haber sido aceptado en el periódico. Las crónicas tienen un cierto aliento poético y me llama la atención que hayan salido de un diario. Son textos literarios en realidad.

P.: ¿Sigue escribiendo a buen ritmo?
R.: No, ojalá fuera a diario. Pero estoy siempre en una actitud de disponibilidad hacia la creación. Estoy escribiendo un nuevo poemario, lentamente por cierto, que lo publicaré cuando esté entero. Poco a poco. Yo creo que para finales de este año se podrá publicar. Tengo unos 17 poemas de 30 versos cada uno y quiero llegar a 20. Cuando tenga ese número trataré de pulirlo y publicarlo.

P.: Además va a leer algunos de sus poemas en la Residencia de Estudiantes. ¿Cómo ha hecho la selección de los mismos?
R.: Inmaculada Leger me sugirió hacerlo en dos etapas, dos fases. Primero una etapa entregada y presentada por Francisco Cruz, poeta sevillano. Y el otro momento el poeta Munárriz. Son dos recitales en realidad.

P.: ¿Recuerda sus inicios en la poesía?
R.: Yo creo que todo a raíz de los enamoramientos de la adolescencia, los amores platónicos. A partir de entonces empecé a escribir. Ahora mis primeros poemas los he destruido y quedan solamente algunos que publiqué en revistas de la época. Pero quedan muy pocos, sobrevivieron dos o tres textos antiguos. Y luego todo lo que he ido escribiendo a lo largo del tiempo.

P.: ¿Por qué los destruyó?
R.: Era como una despedida de las letras, no confiaba en seguir escribiendo pero finalmente me ganó la vocación literaria y estoy feliz de escribir y seguir haciéndolo.

P.: ¿Como ve la situación que atraviesa la poesía en la actualidad?
R.: Como siempre, marginal, periférica pero siempre puntual. En cada generación literaria surgen nuevos poetas pero con poco público lector, hay que reconocer.

P.: ¿Qué deberíamos hacer para ampliar ese público?
R.: Utilizar internet. A través de la red se difunde y creo que sería una gran ayuda para la poesía, hoy marginal y mañana, tal vez, con un público más amplio. Y, evidentemente, educar en el colegio a los niños.

P.: ¿Hay algún poeta que le llame especialmente la atención?
R.: A mí me llaman la atención los poetas antiguos, los que me han antecedido. El poeta sevillano Francisco de Medrano, Fernando Herrera. Y de las letras suramericanas César Vallejo, Gonzalo Rojas en Chile, Álvaro Mutis en Colombia, Francisco Brines y actualmente Jaime Siles.

acerca del autor
Carlos Germán

Carlos Germán Belli (Lima, 1927). Poeta, traductor y periodista. Premio Nacional de Poesía 1962. Es profesor de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de San Marcos de Lima y poeta visitante del Programa Internacional de Escritores de la Universidad de Iowa. Obtuvo dos veces la beca de la Fundación Guggenheim (1969 y 1987). Libros publicados: "Poemas" (Lima, 1958), "¡Oh Hada cibernética!" (Lima, 1962), "El pie sobre el cuello" (Lima, 1964), "Por el monte abajo" (Lima, 1967), "Sextinas y otros poemas" (Santiago de Chile, 1970), "Más que señora humana" (Lima, 1986), "El buen mudar" (Lima, 1987), "Trechos del itinerario" (1998) y las antologías "El pie sobre el cuello" (Montevideo, 1967), "En alabanza del bolo alimenticio" (México, 1979), "Asir la forma que se va" (Lima, 1979), "Boda de la pluma y la letra" (Madrid, 1985) y "Antología personal"(1998).