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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Poesía
28 4 2009
Viaje sin estrellas y otras protestas de Mario Meléndez

Viaje sin estrellas

A mis amigos más cercanos
les comunico
que estoy a punto de cambiar de domicilio
Voy a mudarme al cielo
Me han hablado tanto de él
que no hallo la hora de hacer las maletas
Incluso he soñado corriendo entre prados amarillos
seguido de un coro de ángeles leyendo mis poemas
En otras me veo saltando de nube en nube
tratando de alcanzar a Dios para escuchar sus latidos
Cada día que pasa se me hace eterno
Ya he empeñado mis muebles
vendido mis ropas
arrendado mi casa
regalado mi gato
No sé si me hará falta dinero allá arriba
pero por las dudas
he girado mis ahorros del banco
no son muchos
pero al menos me servirán para un boleto a la tierra
Lo demás es cosa fácil
haré dedo a algún cohete que quiera llevarme
y de seguro llegaré a mi destino
Ahora no queda más que despedirme de ustedes
y de este querido infierno
que siempre llevaré en mi corazón

 

 

Made in U.S.A

Tengo una plaga de mormones en casa
Son rubios y desabridos
como una limonada de ajo
Hablan y hablan en un inglés
que yo no entiendo ni quiero
Nunca fui bueno para los idiomas
lo reconozco
y menos para estar despierto
a la hora en que los gallos
certifican el amanecer
o para dejar los pies en la calle, día tras día
y regresar con la misma cara de abeja boba
el mismo tranco de elefante anestesiado
M’ hijito rico, les gritan
las quinceañeras desde las micros
‘Tai güeno, gringo, murmuran
las cajeras de los super
Y ellos se acercan con su sencillez de arroz
envueltos en camisas blancas y corbatas viajeras
como niños despegados de sus madres
el primer día de clases
¿A dónde irán estos ángeles de barro
vestidos para una fiesta de moteles?
¿A jugar rayuela con aquellos
que no tienen sombra?
¿A estirar la tarde bajo su marcha infinita?
No fuman, no beben, no hacen el amor
estos duendes del silencio
Son como estatuas del más allá
perdidas en los jardines de la pobreza

 

 

El fin justifica los medios

Le dije a Dios que los curas eran buenos poetas
que su hijo pintaba para Neruda
que La Virgen era un símil de Gabriela
que él mismo se parecía a Whitman
cuando entraba en las praderas del lenguaje
a lomo de buey herido

Le aseguré que los templos tenían la mejor acústica
en materia de recitales
que El Papa sabía de memoria los versos de Safo
que los apóstoles preferían a Ovidio
que los santos adoraban el pijama de Breton

Le juré de guata que los ángeles leían a Ginsberg
que en las misas comulgaba el fantasma de Vallejo
que las monjas soñaban con Rimbaud
que Bukowski no bebía en Semana Santa

Le prometí por último
que haría gratis talleres en el cielo
a ver si con esto se anima
y prologa mis sobras completas

 

 

Los visitantes

Y dónde estaba Dios
cuando ocurrió todo eso

El hombre sobre la mujer
y la mujer sobre el hombre
y en el medio la serpiente
avivándoles la fiesta

Y dónde estábamos nosotros
que nos perdimos de todo
y tuvimos que leer la Biblia
para enterarnos de los detalles

Y allí supimos
que ella se llamaba Eva
y él Adán
que la serpiente era el demonio
y la manzana el gran pretexto

Y dónde estaba Dios
cuando ocurrió todo eso

Dios estaba con nosotros

Y quiénes somos nosotros

Eso ya es otro cuento

 

 

Los eternautas

Fuimos excluidos del infierno por falta de méritos
éramos demasiado sencillos, según los entendidos
El cielo también nos dio con la puerta en las narices
“Ustedes han rezado poco”, nos dijeron
“y, además, insisten en hacer el bien por cuenta propia”

Entonces recorrimos astros, galaxias, hoyos negros
nos hundimos en la máquina del tiempo
cambiamos de dimensión como de piel
de atmósfera como de sueños
igualamos la velocidad de la luz
reencarnamos nuestra pobre sombra
en un adiós sin envoltura

Mas no hubo caso
de todas partes fuimos arrojados

Y regresamos a la tierra
más viejos y solos que antes
para volver a ser los mismos
por toda la eternidad

 

 

Top secret

A Dios le da vergüenza que seamos familiares
por eso no habla de mí con sus amigos
se le fueron los humos a la cabeza
cuando hizo el primer milagro
Mejor ni hablar lo creído que andaba
el día que abrió las aguas
o la vez que arrojó sus piojos sobre Egipto
A mí me da lo mismo todo esto
pero qué dirían sus fans si supieran que tiene otro hijo

 

 

Retrato de la decadencia

A los señores usuarios
que deseen cancelar sus mandas
vía internet
se les comunica
que ya están disponibles
los servicios
para tales efectos

Sólo desplace su mouse
por donde dice “Favores concedidos”
luego presione
y automáticamente
verá aparecer en pantalla
la columna denominada “Milagros”
y otra al costado
donde se establecen
los montos en dinero
u otras especies
para cada uno de ellos

También puede pagar
con tarjetas de crédito
o cheque al portador

Al cubrir la deuda
de manera instantánea
se le hará llegar un mapa virtual
con los distintos lugares sagrados
y la cantidad de fieles
que concurren a los festejos

 

 

Además

desde su sitio de trabajo
puede realizar una serie de compras
de los diversos productos exhibidos
durante las celebraciones
o dirigirse directamente
a nuestro catálogo de precios
donde incluimos
peluches y chapitas de la Virgen
un Rosario de diamantes
una foto del párroco que oficiará la misa
un video con la vida y obra de los Apóstoles

Por último
se recomienda a nuestros clientes
abstenerse de hacer transacciones
en los lugares sagrados
por ser demasiado elevadas
debido a la plusvalía comercial de los terrenos
y a los derechos televisivos
correspondientes
a la Santa Iglesia Católica

 

 

El rostro de las utopías

Me gustaría ver a Dios
sacando el agua de las casas
cuando la gente se inunda

Me gustaría ver al cura
sacando el agua de las casas
cuando la gente se inunda

Me gustaría ver al Papa
a los santos, a la virgen
a Cristo bajando de la cruz
para sacar el agua de las casas

Pero es la gente que se inunda
con la mierda hasta el cuello
la que saca el agua de sus casas

Y los domingos van a misa
a una iglesia que jamás se inunda
a pedir que del cielo lluevan
mediaguas y techos y frazadas

Pero el corazón de la gente
que se inunda
siempre seguirá en el barro
hasta que alguien les diga
que éste no es su mundo

 

 

El jardín de la alegría

Un dólar es el precio por entrar
al jardín de la alegría
un dólar con derecho a una cerveza
y a ver a la gente feliz
“Qué opinaría Dios de todo esto”
le pregunto al boletero
en medio de una fila interminable
“Él es nuestro mejor cliente”
responde
mientras me entrega el vuelto
y destapa mi cerveza

acerca del autor
Mario

Mario Meléndez (Linares, Chile, 1971). Estudió Periodismo y Comunicación Social. Entre sus libros figuran: “Apuntes para una leyenda”, “Vuelo subterráneo”, “El circo de papel” y “La muerte tiene los días contados”. En 1993 obtiene el Premio Municipal de Literatura en el Bicentenario de Linares. Sus poemas aparecen en diversas revistas de literatura hispanoamericana y en antologías nacionales y extranjeras. A comienzos del 2005 obtiene el premio "Harvest International" al mejor poema en español otorgado por la University of California Polytechnic, en Estados Unidos. Parte de su obra se encuentra traducida al italiano, inglés, francés, portugués, holandés, alemán, rumano, búlgaro, persa y catalán. Durante cuatro años vivió en Ciudad de México, donde dirigió la serie Poetas Latinoamericanos en Laberinto ediciones y realizó diversas antologías sobre la poesía chilena y latinoamericana. Actualmente radica en Italia. A comienzos del 2013 recibe la medalla del Presidente de la República Italiana, concedida por la Fundación Internacional don Luigi di Liegro. Es considerado una de las voces más importantes de la nueva poesía latinoamericana.