¿Y la ficción? Hay reglas que hacen del cuento un género, y cuando se pretende saltar sobre ellas deviene algo parecido al relato o al comienzo de una novela. La síntesis del cuento se opone a la morosidad de la novela. Lo cierto es que Nélida Duarte cuenta una historia ocurrida dentro de ese segmento social llamado clase media baja. Un extracto social en donde predominan con fuerza los mitos, santos e iglesias, y donde la prédica evangélica ha logrado grandes éxitos en cuanto a la conquista de fieles. Los personajes del cuento “Marcelino” son acordesa su forma de pensar y de vivir. Pero un cuento se caracteriza por tener un final sorpresivo, también los personajes deben ser pintados con cuatro, a lo sumo cinco pinceladas y el foco debe estar puesto en la sucesión de hechos que desencadenará el final sorpresivo. Creo que el cuento de Nélida es interesante en la pintura, ambientación e interioridad de esos seres abandonados a su aciago destino, pero que la historia es demasiado real para un género literario ficcional. Marcos Rosenzvaig
Nélida Duarte, nació en la ciudad de Rosario (Argentina). Cursó la carrera de Letras en la Facultad de Humanidades de la Universidad de su ciudad natal. Estudió teatro en la Escuela de Arte Dramático. Ha publicado un libro, “Violación”, y recibió los siguientes premios: Editorial de los cuatro vientos, Plaza de los poetas, Editorial Dunken que le permitieron participar en dos antologías. Desde hace 8 años hace radio.