Saúl Yurkievich y Julio Cortázar, amigos entrañables del exilio —no como categoría política sino ontológica— se encuentran unidos a través de algo que acorta las distancias, el pensamiento. La muerte y la infancia anudan sus hilos de tal manera en el libro “Fricciones”, que aunque nos juntemos todos en un inmenso monopatín, sin pautas ni explicaciones, resultará imposible retornar al sentir, al vivir de la infancia. Pero si no está ese deseo, entonces la poesía habrá muerto. Lo que fue y lo que será, pero también circula como la sangre lo que pudo haber sido y el presente, que como una trituradora se encarga de hacer desaparecer los restos de lo posible. En síntesis, nada queda, absolutamente nada, la muerte en su visión más existencial y materialista da por tierra toda esperanza de gloria y de posterioridad. “Un repentino resplandor deslumbra/ destellos pasan/ por el espejo pasan y repasan/ sin poderlos atrapar”. Y allí radica el misterio de la poesía, en esa imposibilidad de atrapar el verso justo, la palabra indicada, el tiempo, la vida que fluye en un espejo de agua, que cuando intento asirla se escapa. En esa lucha que libra el poeta por acercarse a una verdad que no encontrará tampoco en el día de su muerte. Marcos Rosenzvaig.
(El ensayo de Dante Carignano fue publicado en la revista Río de La Plata, núm. 7, París, 1988, pp. 93-102.)
Saúl Yurkievich (La Plata, Argentina, 1931 - Aviñón, Francia, 2005). Poeta, prosista, ensayista, colaboró con numerosas publicaciones. Residió en París desde 1966, amigo de Julio Cortázar. Practicó alternativamente la creación y la crítica literarias. Ambas actividades eran para él complementarias, caras de una misma moneda, dos tratamientos igualmente creativos de la palabra que imagina o dilucida mundos. Catedrático de la Universidad de París, enseñó en diversas universidades norteamericanas y europeas. Publicó en francés y en español quince poemarios, entre los cuales, "Envers" (Seghers, 1980), "Embuscades" (Fourbis, 1996), "Résonances" (1998) y "Le simulacre des absents" (Fata Morgana, 2004) algunos de los cuales han sido traducidos a otros idiomas.