El protagonista es un individuo peculiar, en ocasiones repelente. Nadie diría que es exitoso en ninguna faceta de su vida, y se diría bien, pero su orgullo y personalidad se mantienen más o menos incólumes. Los capítulos de la novela, hasta cierto punto, pueden leerse como relatos cortos conectados. Desgranan las vicisitudes de este personaje en los ambientes que frecuenta: casa, bares y biblioteca (en orden de prioridad). La novela es breve (150 páginas) y estilísticamente es variopinta: desde párrafos de introspección a diálogos más o menos bizarros, pasando por algún texto poético, sobre todo en el anexo al final de la obra, donde también se presentan textos hiper breves. El único prólogo posible de un libro es el lector y lo que lleve consigo. Pero las risas y ciertos momentos agridulces, y alguna que otra sorpresa positiva en lo literario y estilístico, están garantizadas para aquellas personas que se aventuren en las páginas de “Hikikomori (El amor en los tiempos del wifi)”.

• Hikikomori, el amor en los tiempos del Wifi (fragmento) de Iker Pedrosa Ucero