"Ahora esos libros, esas estanterías, esas mesas y sillas, acumulaban el polvo de años a la espera de una generación que nunca llegó". Encontramos a Dostoievski tirado en el suelo; a su lado, Kafka, entre los chirridos cuánticos de los hongos creciendo extendiendo el moho de verdoso estridente... Esta es atmósfera literaria que Airton Reverón nos trasmite: acciones, diálogos imágenes anodinas de lo cotidiano paso del tiempo donde se descuadernan las ventanas de los recuerdos; las puertas de las lamentaciones y arrepentimientos, se descuadernan los libros, la biblioteca del pater familias, la memoria de la casa mundi, el tiempo perdido del YO de la vida rutinaria sostenida por personajes en ruinas, descascarados, desmoronándose, anclados, apegados a la memoria casa, la memoria libro... Hasta que... Reverón nos narra un tiempo de renovaciones inútiles ante el otro rostro del tiempo: lo inevitable... otro cambio. El autor le da, al derrumbe del YO y el mundo, un toque filosófico que invita reflexionar. Ante la potencia del presente no hay una sola letra o palabra que valga, ante la potencia del mundo natura no hay trincheras. Lo imprevisto e incierto, sucede y el libro del destino lo descuaderna inexorablemente tomo a tomo, como a nosotros día a día, mientras nos mantenemos en sintonía con la obra de este escritor español. Gerardo Luis Rodríguez.

• Los libros (cuento) de Aitor Reverón o el acabose de la casa nostra