La lucidez del pensamiento del autor rumano se manifiesta en bruto en sus “Cuadernos”, que ahora se publican íntegros por primera vez en español. Algunos libros no existen para leerse más o menos de corrido, sino para tenerlos a mano y hojearlos de vez en cuando, leer una página o dos y volver a cerrarlos. La lucidez y la energía que emana de ellos es demasiado fuerte y puede convertirse en tóxica. Son a menudo libros fragmentarios, inacabados, que no habían sido concebidos como tales, que han llegado a ser publicados un poco azarosamente, y eso, por cierto, les agrega ese cierto encanto que tiene lo más o menos espontáneo, un marchamo de excepcionalidad, cierta aura legendaria.
(Publicado el 18/01/2020 en el suplemento cultural Babelia del diario El País de Madrid)
Emil Cioran (Rasinari, Rumania, 1911 - París, 1995), filósofo francés de origen rumano cuyo pensamiento se caracteriza por su pesimismo y nihilismo. Hijo de un pope rural, estudió filosofía en Bucarest, donde fue amigo de Eugène Ionesco y Mircea Eliade. Su tesis doctoral versó sobre Henri Bergson. Logró en 1937 una beca del Instituto Francés de Bucarest y se instaló en París donde residió hasta su muerte. Escribió en su país y en Francia en lengua rumana libros anticipatorios de su marcada actitud pesimista y retadora de las ideologías como “En las cimas de la desesperación” (1934), “El libro de las quimeras” (1936), “De lágrimas y de santos” (1937), “El ocaso del pensamiento” (1940) y “Breviario de los vencidos” (escrito durante la ocupación nazi de París). En 1947, decidió adoptar el francés como lengua de expresión. “Breviario de podredumbre” (1949) será su primer texto, a modo de desafío a sus raíces. Entre sus numerosos libros figuran “Silogismos de la amargura” (1952), “La tentación de existir” (1956), “La caída en el tiempo” (1964), “Del inconveniente de haber nacido” (1973). Sus libros son un ataque furibundo a las ideologías, religiones y filosofías.