La artista peruana Olga Luna describe así una de sus obras características: "Una serie de 130 cajas, de las cuales 100 contienen objetos tridimensionales consistentes en relieves realizados en terracota cruda, representando 100 têtes brûlées (100 visionarios, exaltados, temerarios, héroes o suicidas) modeladas manualmente y en base a mascarillas, luego bañadas en cenizas de lino y óleo, (producto de la incineración del trabajo pictórico de ocho años) en tierra roja de viñedo, y en carbón pulverizado "fine de charbon"...
Olga Luna (Lima, 1947) reside en París desde 1972. Hizo estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima y empezó su carrera artística haciendo decorado para el teatro. Fascinada por la cultura psicodélica a comienzos de los años setenta, partió lejos de su país para nutrirse de imágenes, paisajes y rostros de Latinoamérica, de Nepal, de India, Irak, Irán y Afganistán.
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