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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Arte
2 12 2010
Víctor Grippo: Artista de procesos y transformaciones

Se ha escrito abundantemente sobre su obra, su capacidad alquímica, su minuciosidad de relojero y en todos los documentos, citas, entrevistas y textos, vuelvo a tener la misma sensación: Grippo es dueño de una poética enigmática, que circula entre la magia ancestral y los dogmas de la ciencia, la religión, el minimalismo. Artista que se alimentaba recurriendo al Tao y a los libros sagrados de las religiones del mundo, dándole permiso a “lo sagrado” para que se bifurque en su inspiración y se despoje de ornamentos logrando así la comunicación, buscada por él o no, de una manera sutil y límpida.

Victor Grippo, argentino nacido en Junín provincia de Buenos Aires, expresó su capacidad creativa en la transformación de la energía, la transmutación, el juego de la imagen de sus instalaciones, esculturas y objetos dan cuenta de su innegable síntesis conceptual.

Fue químico y, como los alquimistas, magos y científicos, trabajó en minucioso silencio para descubrir y dar luz en espacios oscuros. Todo esto se amalgamó con su paso por la universidad de La Plata en los cursos con Héctor Cartier.

Otra de sus ocupaciones fue la de relojero que le aportó sus cualidades de precisión y exactitud en el armado de esquemas y dibujos. Su paso por Tandil deja como legado una de sus primeras muestras individuales. En 1966 participa de la muestra Investigación sobre el proceso de la creación, junto a Kenneth Kemble, Emilio Renart y Enrique Barilari, en la Galería Vignes; la obra Sistema se presenta en este espacio, en la que incorpora el paradigma científico.

En 1970 se une al Grupo de los Trece (Grupo Cayc), organizado por Jorge Glusberg y constituido además por Luis F. Benedit, Jacques Bedel, Alfredo Portillos, González Mir, entre otros. Contribuye así a impulsar en Argentina el arte conceptual. El grupo gana en 1977 el Gran Premio de la XVI Bienal Internacional de Sao Paulo.

Encuentro en su obra que, si bien, todo está a la luz, respeta al espectador, regalándole pautas mágicas que le confieren misterio y suficientes sombras poéticas como para crear un espacio fascinante e hipnótico.

Una de ellas “Analogía l” instalación (1971), hecha con papas, electrodos de cobre y zinc, cables eléctricos, botón pulsador, texto, madera, pertenece al Museo Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), y fue expuesta en muchas oportunidades a lo largo de los museos del mundo, la pregunta sería:

¿Cómo sobrevive la energía en una papa arrancada de su cuna de tierra? Jerarquizada esa papa dentro de un museo, (me refiero a elevarla a una singularidad estética), latente, llena de energía eléctrica, hasta que se seca y es reemplazada por otra, demostrando así que es un alimento que todos necesitamos, y que es eso: lo que compartimos y que nos iguala. Ya que nadie sobre el planeta sobrevive sin probar algún bocado. Y, quizás, si se me permite una nueva interpretación de su obra, fue uno de sus mensajes ocultos: somos como las papas que están cada una conectadas al voltímetro y cuando ya no somos capaces de dar más energía, ya secas, nos reemplazan por otras más nuevas.

La resignificacion del alimento “papa” es dueña de metáforas múltiples, algunas de ellas: alimento de los pobres, producto que crecen debajo de la tierra. En su obra “Construcción de un horno popular para hacer pan” (1972) que realiza junto a Jorge Gamarra y Rossi, se lee: -Construcción del horno. -Fabricación del pan. -Partición del pan.

Se repartía una hoja de papel con las instrucciones y los diferentes pasos que tendría la obra, invitando a las personas que vieran cómo se construía, y como se cocía el pan. Todos juntos después comerían de ese pan como en una comunión artística, como dándole, otra vez, un nuevo sentido. Tema recurrente en Grippo la valorización del trabajo.

En su instalación “Mesas de Trabajo y reflexión” realizada en 1994 integrando la V Bienal de La Habana, señala, en la puesta de varias mesas de trabajo el valor del mismo y el tiempo de los trabajadores. Las mesas están rayadas, usadas, escritas, con aserrín, con polvo, según sea el oficio que dirigió su destino.

Otras de sus obras Algunos oficios, presentada en 1976 en la Galería Arte Múltiple, “Víctor Grippo-Obras de 1965-1987”, realizada en 1988 en la Fundación San Telmo; “La comida del artista” en el Instituto de Cooperación Iberoamericana en 1991.

En 1994 y Víctor Grippo-Energía-1971-1994 organizada en el Museo Carrillo Gil de México DF. En 1995 se presenta la mayor retrospectiva sobre su obra en la Ikon Gallery de Birmingham (Gran Bretaña) y en el Palais de Beaux Arts de Bruselas (Bélgica). Durante 2001 realiza su última muestra individual en Buenos Aires, en la Galería Ruth Benzacar, donde retoma sus reflexiones acerca del mundo del trabajo.

Muere en febrero del 2002. Fue un artista que trabajó con elementos de su propia tierra, papas, porotos, materias de diferentes oficios, dejando obras de increíble pulcritud formal, síntesis mágicas y mensajes hacia el futuro para ser tomados en cuenta.

(Agradezco a Xil Buffone, Ana Gallardo y Cristian Segura por la ayuda en la búsqueda de documentación).

acerca del autor
María

Maria SantaCecilia, San Fernando (Buenos Aires) Argentina. Artista visual, directora de la residencia TDMaria, residencia internacional para artistas de todas las disciplinas, en Buenos Aires. Curadora independiente. Se dedica al dibujo, escultura, instalacion y libro de artista. Participa desde el año 1994 en muestras colectivas e individuales tanto en su pais como en el exterior.