Este Simposio Internacional de Escultura se realizó en el campus de la Universidad de Jilin. En su interior y a cielo abierto estaba el taller de Labra. Se podía observar inmensos bloques de mármol y granito entre 10 y 15 toneladas. Cada escultor trabajaba sobre diversos bloques y mientras diseñaba la geometría de su obra con una maqueta en la mano era asistido por 2 técnicos chinos.

En el taller de modelado, se distinguían las contorsiones de los armazones de hierro que sostenían la arcilla. Los escultores dirigían la obra modelando y eran ayudados por jóvenes estudiantes de arte. La temática figurativa, inspirada en los seres humanos y la fauna del país natal del artista fueron tomando cuerpo y, sacados los moldes, fueron vaciados en bronce. En el taller de metales los técnicos asistentes de los escultores no solo forjaron grandes planchas de hierro sino que fundieron el acero. 

El artista peruano esculpió con su grupo de técnicos, una obra de raigambre andina, respetando el reglamento del simposio que estipulaba que el representante de cada país debía crear una obra inspirada en su propia cultura.

Significado y fundamento de la obra escultórica Grinding Stones of The Andes (Batán Andino)

Batan, en la tradición andina milenaria, es el utensilio doméstico compuesto de dos piedras, una sobre la otra, que sirve para moler vegetales, granos y especias para la preparación de los alimentos. Un bloque plano y horizontal bajo otra objeto curvo que reposa en su centro de gravedad constituye la síntesis geométrica de esta obra llamada Grinding Stones of The Andes esculpida en granito natural. Sus volúmenes reales son dos bloques que unidos alcanzan la altura de 3 m x 3.5 m de longitud y 2 m de fondo. El plano rectangular es la base donde se balancea el plano curvo.

El bloque plano, estático, representa a la tierra. El bloque curvo evoca la idea del movimiento y simboliza la translación y la ligereza del viento. Los orificios centrales aluden a la presencia virtual del agua, signo de vida.

En esta escultura los dos planos frontales de la piedra superior llevan como relieves el símbolo ancestral andino, la cruz cuadrada, que tiene como origen en la constelación presente en el firmamento del hemisferio sur. La presencia de este emblema pretende reproducir la estructura mental y la orientación espacial que influye en la vida cotidiana de la cultura andina.

El Batan, aun en nuestra época, con su forma sencilla y su uso manual se mantiene en silencioso auge en toda la región andina, incluida la costa peruana, como resabio de la tecnología ancestral. Y para eternizarlo ha quedado labrado en el granito. Pablo Yactayo anhela que lleve la impronta inmemorial, la estética y el aroma de la vida comunitaria de los pueblos donde nació el Perú: los Andes.

(Texto adaptado y corregido de un apunte del artista, enviado desde China).