IV

Dios es una piedra unida y en ruinas que entre las manos conserva
la forma retrasada de la muerte

nadie reclame sus ojos ni busque compasión entre sus brazos
derrotada al fin la respiración su canto de hueso seco padecido

ignorará las tinieblas desconocerá la luz

XXI

la memoria es la cruz grito posterior que avanza interminable
más espesa que el terror superior al tiempo

rumor de tierra abandonada que la desgracia predice y la luz ignora
la muerte existe más allá de los bosques que la palabra cubre

pero alguien más abre todas las puertas
lo sé cuando una parte del corazón revive y el enemigo calla

no respira ni puede encontrarme lo espero yo que no creo en nada
lo espero mientras la cordura tiembla y los símbolos desaparecen

cuando no tengo a qué aferrarme y no soy vientre ni del cielo la extensión
sino calma que me aterra

porque soy yo mi propio paisaje desolado carne seca por mi misma carne
los hilos del presagio a mi silueta quitados abismo que se abre pero me niega

ni un segundo más en este mundo unida a su sombra caída de la soledad
el viento me descubre suplicando tinieblas a la noche

y sin embargo Dios a veces tan cercano rasgo de vida que no cesa
lo espero cuando ni siquiera sé si soy capaz de comprender

camino como uno de sus muertos distingo poco mas tal vez mi cadáver
todo silencio augura la resurrección del espíritu por la piedra rechazado

XXVII

tantas horas viva el cielo sobre mí aturdido de señales
los árboles están partidos y el azul es falso como la noche

sobrepasa todo pudor abraza la imagen tras la mímica vencida
la tierra fatigada brota espantos pero no más tiempo

muerta como el amigo que alguna vez supo latir envuelta en su luz
carente en la mía obra del presagio que separa el origen del sueño

formas terribles adopta la soledad cuando es habitada
todos los rasgos de la muerte paladar de la gloria cuna del desastre

y la piedad contorno de semilla oscura creciendo en la herida
espejo que invierte los caminos sin que el horror vacile

Federico García Lorca
la luz es Dios^* cuando observa las formas que la vida no quiso crear
existimos bajo otro nombre pero el lenguaje nada resucita

ajena a quien todo lo comprende hablo y responden las puertas que golpeo

^*la luz es Dios (Cigarra - Federico García Lorca)