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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Poesía
1 7 2013
Recuerdo del futuro, poemario traducido al italiano, de Mario Meléndez

(Continuación) Revelaciones sobre Recuerdo del futuro por Hernán Antonio Bermúdez

Resulta, en efecto, reconfortante encontrar, entre tanta poesía chata y previsible, a un poeta con audacia y humor negro, sabedor de que “el lenguaje se burla de nosotros” (p. 14), y que no teme ser tildado de fantasioso o extravagante.
Dotado de una conciencia magistral del oficio y de una aguda sensibilidad literaria, Meléndez, poeta errante, desplazado (de Chile pasó a México, y de México a Italia), no imposta la voz cuando afirma: “No estoy, no soy, no pertenezco/ vago de lado a lado, como un gran gusano negro” (p. 42).
Sus poemas fluyen con las virtudes artesanales de medida y acabado, y el poder lírico de sus palabras pareciera emerger de la superficie de la conversación por su naturalidad y soltura: “Vengan a ver mi poesía/ no está hecha de material ligero/ aguantará perfectamente el invierno/ y en verano refrescará/ las mentes y los cuerpos/ Hay poderosas vigas entre cada verso,/ hay listones apuntalando mis palabras/ y si la lluvia desea entrar/ pondré mis sueños en el techo/ y taparé las goteras/ con mi propio dolor (“Para mayor seguridad”).
Meléndez se vuelve amargamente lúcido a la hora de aludir a la muerte, que “tiene cuerda para rato” (p. 42), a la que encara en “Confesiones” y con la que torea en los magníficos versos de “La invitación”, donde narra con precisión sarcástica sus propios funerales.
De otra parte, lleva a cabo un ácido escrutinio de Chile, del sitio primigenio de sus tormentos, en los poemas épicos “Me sobra un muerto”, “Más allá de la guitarra”, “Sangre en el exilio” y “Mi pueblo”. Son un tanto altisonantes para mi gusto, pero en ellos sabe expresar la certidumbre de que el orden social es apenas una tenue ficción que encubre la áspera maleza de desolación y violencia que tan bien conocemos en América Latina.
Sin embargo, como –según se dice- vivimos en la esfera de nuestros deseos e imaginación tanto como en nuestra vida real, Meléndez cambia de registro para abrirle paso al humor y a la paradoja. ¿El saldo? Ahí está la deliciosa sátira de sus poemas felinos “El clan Sinatra” y “Mi gato quiere ser poeta”, hasta culminar con esa alocada recreación de “Caperucita roja” en “La Otra”, donde no vacila en añadirle una capa insólita de juego y mordacidad –léase una “vuelta de tuerca”- al clásico cuento infantil.
Y aparte le brinda al lector los poemas de voltaje erótico como “Llévame”, “Si fueras calva también te amaría”, “Será debajo de la cama” y “Un día volveré a tus ojos”. Aquí la maquinaria de su poesía se enardece y sus versos, aptos para “rendir cuentas” del fragor amoroso, se tensan habida cuenta de su propensión hacia las imágenes de linaje surrealista: “Si fueras calva también te amaría/ me volvería loco besando tu cabeza/ tu pequeña luna dorada/ Si fueras calva, oh si fueras calva/ te llevaría por el río de la memoria/ me sentaría junto al fuego de tus ojos callados/ derramaría un cisne en medio de tu frente” (p. 62).
Resta mencionar que el formidable poema “La playa de los pobres” se emparenta, por los particulares ritmos de su música, con el tono del poemario Los pobres del hondureño Roberto Sosa, que le hizo acreedor al Premio “Adonais” de España en 1968, marcado por un lacónico y sosegado patetismo.
Para finalizar, diría en términos reseñísticos que, parafraseando a Foster Wallace, Mario Meléndez logra en Recuerdos del futuro que la efusión emotiva y la excentricidad irónica no sólo cohabiten sino que se refuercen la una a la otra. (La traducción al italiano es de Emilio Coco)
Roma, 15 de abril del 2013

acerca del autor
Mario

Mario Meléndez (Linares, Chile, 1971). Estudió Periodismo y Comunicación Social. Entre sus libros figuran: “Apuntes para una leyenda”, “Vuelo subterráneo”, “El circo de papel” y “La muerte tiene los días contados”. En 1993 obtiene el Premio Municipal de Literatura en el Bicentenario de Linares. Sus poemas aparecen en diversas revistas de literatura hispanoamericana y en antologías nacionales y extranjeras. A comienzos del 2005 obtiene el premio "Harvest International" al mejor poema en español otorgado por la University of California Polytechnic, en Estados Unidos. Parte de su obra se encuentra traducida al italiano, inglés, francés, portugués, holandés, alemán, rumano, búlgaro, persa y catalán. Durante cuatro años vivió en Ciudad de México, donde dirigió la serie Poetas Latinoamericanos en Laberinto ediciones y realizó diversas antologías sobre la poesía chilena y latinoamericana. Actualmente radica en Italia. A comienzos del 2013 recibe la medalla del Presidente de la República Italiana, concedida por la Fundación Internacional don Luigi di Liegro. Es considerado una de las voces más importantes de la nueva poesía latinoamericana.