También se puede encontrar en algunos poemas que tienen que ver con la tradición, muy cerca de la poesía bucólica, algunas palabras del idioma quechua, encadenados a la cosmovisión andina, pero que de ningún modo van a ocasionar dificultad para su lectura y comprensión, por parte de lectores que se encuentren en otras latitudes.
El autor ha separado en dos partes el libro de poemas, una primera que ha venido en llamar, “Poemas públicos” y una segunda parte denominada, “Poemas de bitácora”. La división es arbitraria, porque en ambas partes los ejes son diversos manteniendo un estilo que a decir del Dr. Rodolfo Sánchez Garrafa constituye un “…conjunto calidoscópico escrito con cierta dosis de clasicismo señorial…”
Existe además una serie numerada de poemas que abarcan una secuencia temática y que se están ubicados al azar dentro de las dos secciones ya mencionadas.
Vale la pena reproducir una parte del prólogo escrito por el poeta Gilberto Muñiz Caparó cuando expresa, casi como definiendo el contenido del libro, lo siguiente:
“Como todo ser humano, Rodolfo Dondero Rodo, en su fuero interno, tiene su propio templo. De allí fluye su estilo y la concepción de su propuesta que significa un reto para el lector, a quien le entrega la enorme tarea de hacer las pausas, poner los puntos y entender sus poemas que, en determinados casos, están vestidos de enigmas o premunidos de escondidas sugerencias. Rodolfo, pudiendo, como puede extenderse en el largo y ancho horizonte de la prosa poética, prefiere amarrar sus versos con singular habilidad y talento. Su obra no quedará en el anonimato. Por el contrario, fácil es imaginar que tendrá mucha acogida por un cúmulo de lectores ávidos de compartir inquietudes literarias con sabor y olor a pueblo. Y nada raro sería que le salieran al encuentro críticos tradicionales con quienes el bardo cusqueño lidiará sin temores, porque tiene vena y pluma.”
El autor de “Reverberaciones” al inicio de su libro presagia en sus versos sobre lo que denomina “la rueda del destino” posiblemente, sin haberse propuesto, una ruta que seguirá el lector cuando vaya avanzando en la lectura hasta encontrarse sumido en una dinámica propuesta por la diversidad.
En sus páginas, el lector disfrutará de la ironía que trasluce la crítica con que asume el autor algunos temas comunes y simples de la vida cotidiana, pero que debidamente dosificados, causan entretenimiento, cuando encuentre dibujados a los personajes que seguramente en algún momento ha tenido que conocer, y si no, que algún día podría llegar a conocer…
Los poemas eróticos sugerentes y los sociales, con algún tinte de protesta, se van sucediendo a lo largo de las 226 páginas del libro y que el poeta ha editado en un alarde que niega totalmente, cualquier sospecha de que en algún momento, haya sentido dudas sobre la necesidad de trasmitir su mensaje, a su generación y a las que vengan después. Consciente que en las horas del invierno es cuando más se manifiesta la exuberancia y la plenitud de la primavera florida y fructífera, retenida en la memoria, pero que aflora en las horas solitarias.
En otras páginas se encuentran versos en los que el autor pretende ser, y para ello utiliza de modo imperativo, propuestas que asume con convicción como un proceso de catarsis y autodefinición, quizás con la intención de encontrar coincidencias en el ámbito del pensamiento, más allá de sus frustraciones, sus anhelos y sus sentimientos. Así queda plasmada la contradicción entre los versos y la presentación que el autor escribe con su propio puño.
Como toda obra, ésta siendo la primera, que ofrece Rodolfo Dondero Rodo, deberá ser escudriñada para establecer si se aproxima a una expresión provista de arte literario, así como si tiene sustento en el campo filosófico, y si además se aproxima a lo fáctico; ya que para los escritores siempre será un desafío evitar la inocuidad.
Rodolfo Dondero Rodo, nació en la ciudad de Cusco (Perú) el año 1940. Después de concluir sus estudios en la facultad de Agronomía de la Universidad San Antonio Abad de su ciudad natal, incursionó en el ámbito comercial, desempeñándose además como participante en diferentes Instituciones sociales y gremiales. A la edad de 75 años se decide a publicar su libro de poemas Intitulado “Reverberaciones” y mantiene inéditos otros poemarios.