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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Poesía
1 6 2017
Dentro de no sé qué normalidad (poemas) por Alex Serrano

desperézate
pero
no les rías
todas las gracietas
a más botarates
y fíjate bien
en toda bajeza dirigible,
al reaccionar,
al competir:
frío invernal de nuevo
llega sumándose
al de tratos y trastos,
colándose en bocas
dadas a frases incompletas.

cuídate
pero
no te encantes
con una opción no falta
de demonios y vacío y
comprueba tu equilibrio
ante líos y vueltas buscadas,
al formarte,
al contribuir:
llámale aguante a tragos
de lo venidero balanceándote,
y será la maldad circunstancial
también así algo tuya.

lugar dado
al descorazonador tiempo actual
de acelerado aborregamiento:
¿en qué conciencias
envejecerá bien?
eh: marca más
la conciencia
la renovación que
la novedad,
hagas lo que
hagas
con el dolor que te trastoca.
por mi parte al respecto:
más que del dolor en sí,
estoy cansado
de que el esfuerzo
para aprender de él
me aparte
tan poco tiempo y
tan levemente
de él.


1
de enero
de 2016.

 

UN POCO PELEÓN

"provoquémonos
orgasmos
estratosféricos,
sin presión
tras el aterrizaje",
propuso
súbitamente
en 6 segundos
el poeta narigudo
divorciado.

"mis únicas
pertenencias
existen si
existen nuestros
susurros", susurró
en otros 6
el poeta limerente
acatarrado.

"¡echándoles pulsos
a retrógradas garras,
sólo así tendremos
un futuro edificante!",
exclamó en otros 6
el poeta libertario
sonrojándose.

"mis verdades
por las que mejor mojarme
desfasan tu barata
complicidad",
reveló en otros 6
la sexual poetisa
punzante.

"tú con medios
no vives a fondo
ni te matas del todo,
y yo en medio de nada
me mato por vivir
con mi fondo cuestionado",
soltó en 9 segundos
la poetisa humanitaria
recién casada.

no decían
al acabar
de recitar
ni sus nombres
ni dónde
se les podía encontrar.
no decían gracias
ni hasta otra
en voz alta;
ponían cada papel escrito en manos
de quien acabara de aplaudir más tarde.

faltándoles unión pero no parecidos
todos celebraron sentirse entonados
al pedir la décima ronda
de tinto peleón.

12
de febrero
de 2016.

 

SU COSTUMBRE

eran (favorecidas
por las circunstancias)
probablemente
tan repelentes
como eficientes
como prescindibles
en sus puestos,
pero me daban empleos
(parecidos, temporales, cargantes),
y cambiaba de uno a otro
a veces más que de gayumbos.
fábricas, almacenes,
de mañana,
de tarde,
de noche,
turno partido,
cuarto turno, quinto,
media jornada...
traga y digiere.
prorrateo con rateo.
degradación autorizada,
currículum de comemierda.

tenía 21 taquitos, coche,
disponibilidad total
y formación profesional.

el boletín
de los cojones firmado
para poder cobrar el día diez.

te llamaremos,
sí,
si sale otra cosa,
lo que sea.

contratado como peón llegué
una nueva primera vez
a una fea, sucia, vieja
y espaciosa nave industrial.

pregunté a un operario cualquiera
por un responsable cualquiera.

comprendí fácilmente
qué labor fácil, monótona
y triste se me ordenaba:
abastecer de plástico
a una máquina ruidosa sobre todo
que escupía piezas de plástico;
después airearlas y amontonarlas.
eso y punto 8 putas infernales horas.

tras tres horas haciéndolo
se me acercó a preguntarme
qué tal un tipo.
aburrido, dije.
te acostumbrarás, dijo.
vi su mano derecha
cuando señaló
piezas acumulándose.

el tipo acostumbrado
no contaba con 3 dedos.
se fue y moví todos los míos.
seguí pendiente de la máquina,
preguntándome por su costumbre.

el turno finalizó.
otro pringado
me dijo hasta mañana.
no le contesté
y alguien se quedó
el papelito rosa
del boletín firmado.


19
de marzo
de 2016.

 

LUCES DE LA ESCALERA
Y CALLEJERAS

al querer sacarse
de un bolsillo la ganzúa
cayó en el rellano
el bisturí esterilizado,
pero fue sordísimo
el ruido que hizo
porque había esterilla.

el chipichanga siguió
de costado sobre su catre,
de espaldas a la hembra ballenato,
su señora,
sin oír cómo cedía la cerradura
cuando el vándalo hábil la giró.

se mezclaron en el pasillo
luces de la escalera y callejeras
mientras avanzaba por él el hábil
y el ballenato roncaba sonoramente.

el marido durmiente
se puso boca arriba
mientras la puerta del cuarto
entornada hasta entonces
dio paso a brisa al abrirse
movida por el delincuente.

lo analizó para asegurarse
de no haberla cagado con la dirección.
era él: orejudo y narigudo.
le echó aliento a tinto
acercándose a su cara.
como no se inmutó
tragó más de la petaca
y escupió gotas en su napia.

al despertarse bruscamente
el tipejo quiso gritar
pero el intruso tapó
su boca con una mano.
el ballenato seguía con la serenata.
desenfundó el bisturí con la otra.
se miraron a los ojos sin pestañear.
hizo contra su boca más fuerza
y al notar un mordisco
la bajó hasta el cuello
y lo apretó tanto como pudo
mientras iba susurrándole:

"lo que falla hay que desecharlo,
al menos modificarlo."

e inició la modificación:
un cortecito preciso
en el lóbulo derecho,
otro en la ceja izquierda
y el último vertical más profundo,
de labio a labio,
pillando bigote y barbilla.

volvió a taparle la boca
con la mano mordida
y a susurrarle:

"venga, así medirás tu poder,
rastrero negrero,
con carne lista para aros.
deja de hacer pasar por ellos."

al ballenato se le cayó baba.
el jefecillo valoró los daños,
con sangre por su lado de la almohada,
y oyó decir desde el pasillo:

"agradéceme que de los huevos pase.
úsalos de boquilla, costumbre tienes.
di que te peleaste,
que habría que ver al otro."

y al quedarse la puerta principal
completamente abierta
tras la marcha del vándalo
siguieron mezclándose
luces de la escalera y callejeras.


25
de marzo
de 2016.

 

ALGÚN MAÑANA

acercamientos
al entorno variable
complementarios a respirar.

eso me parecerá algún mañana
poesía para ir tirando.

en cuanto a hoy,
haga el tiempo que haga,
la distinguiré
en la primera bandada de buitres
contra la que alguien acierte tiros.


31
de marzo
de 2016.

 

ALGO POR TOMAR

un vendemotos fomenta
intercambios de intereses,
y detrás un infante
interpreta lo chocante,
y cerca 3 madres
se cuentan qué las estresa,
y después un caniche
busca juego entre colillas,
y al lado un palomo
sale al paso de un quinqui,
y tras él 2 colegiales
ríen alto tontamente,
y un borracho cruza
como puede la calzada,
y en la acera que le espera
se hace un moño una morita,
y a un metro de ella
un indio come pipas,
y a 2 metros de él
un gato ronronea,
y alzando un parabrisas
un guardia masca chicle,
y bajo un viejo toldo
se rasca un viejo un ojo,
y con el no rascado
ve niñas abrazándose,
y delante de ellas
silba un barrendero,
pero ninguna reconoce
qué canción puede ser,
y el indio le tira
cáscaras al gato,
y el quinqui ahuyenta
al palomo con aplausos,
y el guardia lo ve
y el viejo pide fuego,
mientras las madres
se preguntan qué hora es,
mientras al caniche
el borracho le da mimos,
y de pronto la morita
necesita enamorarse,
y de pronto también
el infante se desespera;
pero mientras nadie,
nadie se acerca
a decirle al vendemotos
que se ha equivocado
de zona, época y pose.


18
de abril
de 2016.

 

CUESTIÓN DE COJONES
ENTRE JÓVENES

en clase o fuera
solía molestarme
un niñato ejemplar
pronunciando mal la erre,
inventándose a voces
que yo tenía sólo medio huevo.

desde la clase A hasta la F
fueron enterándose y creyéndoselo,
así que tuve por cojones
que citarle sin falta un día
tras la última hora matinal.

mi fama no era popular
entre violentos o vengativos,
pero al mierda de disculparse
se le pasaron todos los turnos.

teníamos 15 y éramos
casi igual de altos y tirillas.
aparecimos puntuales
ante la entrada ya con público
casi todo de su parte;
me sujetaron las gafas,
a él la fanfarronería
y a ambos las mochilas.

sin que nadie contara hasta 3
nos dimos los primeros puñetazos.
acertó en mi esternón 3 o 4
y otros tantos yo en su mentón.
pisábamos barro y hojarasca
junto a gilipollas de todo tipo
berreando gilipolleces.
la puta cosa estaba igualada
en una maraña de odio absurdo,
y el mío hacia su sinrazón
súbitamente me vitalizó:
hundí una bamba en barro
y acerté de pleno en sus cojones.

quedando todo
en poco más que moratones
dio cierto público
por medidas nuestras fuerzas.
nos separaron,
nos largamos por lados opuestos
y pasó desde entonces de mis huevos.


12
de abril
de 2016.

 

¿BESOS EN SU CULO?

Huxley,
¿cuánto lo viste venir?
imagino que muchísimo,
detenidamente:
cuando apenas queden
infelices reconocidos
la lucha principal será
sobre todo contra ellos
por parte de felices huidizos.

y todos, huidizos y reconocidos,
antes de reventarse, piden opinión
a la naturalidad y a la normalidad
para dormir sin remordimientos;
y ellas,
ocupadas negociando sus posiciones,
hablan,
primero la normalidad:

"reconocedla, es naturalidad:
la que vende gustar en todas partes
sustentando salvajismo."

y después la naturalidad:

"reconocedla, es normalidad:
aburre por gusto
y pronto sale sangrante."

y la felicidad, grandioso Aldous,
sin atreverse a meterse
por medio así como así
con sus consignas clásicas,
consentirá que le besen el culo
a veces un poquito,
¿es así, Aldous?


24
de abril
de 2016

acerca del autor
Alex

Alex Serrrano, escribe en Internet con el seudónimo dsbrdr. Se dice disborder por definición, se escribe sin vocales por una cuestión legal. Nacido en 1982 en Barcelona. Autor de los poemarios “Alquilé mi vejiga al insomnio” (2011), “Otr@s y poco más” (2011), “Contra los cuerdos” (2012), “¡Estraga!” (2013), “Color cogido” (2014), “Nada sonado” (2014), “Sed a tiempo” (2014), “Cierto verdor” (2015), “Lo normal sale sangrante” (2016); así como del libro de relatos “Por donde van otros tiros” (2015). Ha publicado poemas en Murray Magazine.