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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Arte
9 12 2001
"El mestizo Wifredo Lam en el Museo Dapper de la Ciudad Luz" por Manuel Pinta
Esta relación entre Lam y Picasso, al principio paternalista por parte del español, luego fructífera para ambos desde el punto de vista plástico e intelectual. De acuerdo a la versión que favorecería más a Picasso, se dice que fue éste quien despertó el interés de Lam por el arte africano. No hay que olvidar que en el lienzo "Las señoritas de Aviñón", obra pintada en 1907, que cambiaría por completo la orientación no sólo del arte europeo sino del universal, muestra la influencia del arte totémico africano. A través de las obras incomparables de Wifredo Lam, se observa la recreación del ambiente mágico de su infancia en el pueblecillo de Sagua la Grande. Con un estilo inconfundible que no tiene predecesores y que más tarde haría escuela, se ha inspirado en los ritos fetichistas e idolátricos de la Santería cubana que -como se sabe-, es un culto sincrético, con grandes aportes del animismo afrocubano, la influencia de la religión católica y el paganismo amerindio. Sus lienzos sugieren el misterio del primitivismo, adornado con las creencias ancestrales de la gente humilde y los ritos llevados a la isla por los esclavos negros que se arraigaron en ella, imprimiendo la marca indeleble de su cultura en la música, en el arte popular y en la obra de Wifredo Lam. El mérito innegable del arte de éste es haber conquistado la universalidad, gracias a sus largos años de residencia europea. ¿Cómo podríamos permanecer imperturbables frente a la maestría y a la exuberancia de sus colores, a la magia de su pincel y al encanto de sus personajes míticos? En sus cuadros se observa el desfile de criaturas biformes, híbridas de lo humano y de lo vegetal (como en su lienzo más significativo de su arte, "La Jungla") y con un expresionismo alucinante. Wifredo Lam es uno de los gigantes del arte latinoamericano del siglo XX que ha marcado con fuego las obras de Roberto Matta, del venezolano Oswaldo Vigas, del peruano Gerardo Chávez y de tantos otros artistas. Wifredo Lam nace en el pueblo de Sagua la Grande (Cuba) en 1902. Desde su más temprana edad, dibuja y, cuando su familia se traslada a La Habana, pinta en los jardines botánicos. Frecuenta la Escuela de Bellas Artes y entre los dieciocho y veinte años su vocación artística se afirma. A la edad de veintiún años, parte a Madrid donde se queda durante trece años. Participa en la defensa de la capital española contra el asedio del ejército falangista, durante la guerra civil española. Con una carta de recomendación para Picasso, Lam llega a París en 1938. El maestro español lo relaciona con el ambiente artístico e intelectual de la Ciudad Luz, se relaciona especialmente con el poeta surrealista André Breton. Según cuenta el pintor venezolano Oswaldo Vigas que ha frecuentado a Lam en los años cincuenta y sesenta en París, durante la segunda guerra mundial, ante el avance del ejército nazi, Lam le deja a Picasso los lienzos que ha pintado en su estadía parisina. Expone después en Nueva York, donde se ha refugiado junto a las figuras más destacadas del surrealismo (entre ellos el chileno Roberto Matta). Al regresar después de la guerra a París, visita de nuevo el taller de Picasso y se da con la sorpresa de que éste ha adoptado los temas y el estilo de su lienzos. Al parecer, el artista español se había dejado llevar por su entusiasmo frente al estilo y a la originalidad de la obra del cubano.
acerca del autor
Varios

Nacido en Baguala Grande (Cuba) en 1902, estudió en la Academia de San Alejandro de la Habana y después en la Academia de San Fernando de Madrid (1923) donde conoció a Picasso. En París, se relacionó con los surrealistas. Lam expuso en 1939 en la galería Pierre Loeb y trabajó en el estudio de Picasso. Ante la ocupación alemana de París, regresó a Cuba para consagrarse a la pintura. En sus viajes por el Caribe se interesó en los rituales del vudú haitiano y de la santería cubana incorporándolos a su imaginería pictórica. Expuso en 1947 en Nueva York. En 1951 Lam volvió a París, residió también en Italia, y falleció en la ciudad luz en 1982.