Es notoria la importancia de la FIAC como evento donde se muestran todos los años las obras con mayor relevancia de la plástica internacional y es también el lugar para exhibir las piezas que siguen jugando un papel fundamental en el desarrollo del arte en nuestros días (como las obras de Arman, Cesar, Marcel Duchamp, Andy Warhol, Klein, Bacon…). Están reunidos todos los medios de expresión artística: fotografía, pintura, vídeo, multimedia, dibujo, escultura (y objetos), instalación, impresión y grabado, técnicas mixtas e incluso performance.
En cuanto a galerías, la representación latinoamericana fue muy pobre. En este hecho se refleja la crisis económica que padece nuestro continente. No es fácil hacer una inversión en donde no siempre se recupera inmediatamente el capital que implica el transporte de las obras y los gastos de la exhibición. Solamente asistieron dos galerías latinoamericanas: Jean Boghici, galería de Río de Janeiro y la galería OMR de Ciudad de México.

En la primera, Jean Boghici, presenta a dos artistas españoles del grupo Hondo: Juan Genovés y José Jardiel. Ambos son dibujantes virtuosos y ofrecen una paleta de grises. Con respecto a la temática, muestran imágenes que aluden a la violencia y al temor como presencias individuales y colectivas en épocas de tensión social y política. Esta temática es actual y oportuna en tiempos como el presente en que aún estallan en España y Latinoamérica hechos que ponen en peligro la paz de los pueblos.
Por otro lado, en la galería OMR se encuentran los trabajos de artistas principalmente mexicanos. Cabe mencionar la pintura y la obra fotográfica de Rubén Ortiz-Torres por la calidad de sus imágenes que son crónicas urbanas llenas de contrastes de color; y también el lenguaje plástico de Fernanda Brunet que se inspira del arte japonés y del cómic para crear una pintura semi-abstracta, visceral y orgánica con una gran fuerza interior en pleno movimiento.
Distintas galerías europeas promueven talentos latinoamericanos entre las cuales, Denise René de París, que siempre ha apoyado a los artistas cinéticos venezolanos como Jesús Rafael Soto, Darío Pérez Flores o Carlos Cruz Diez; y argentinos como Julio Le Parc, Horacio García Rossi. Se expusieron lienzos de Fernando Botero en las galerías Claude Bernard y Patrice Trigano de París, Galleria d’arte Contini de Cortina d’Arapezzo (Italia) y Galleria Tega de Milan. También cobra relevancia para el arte latinoamericano la presencia de la galería “Espace d’Art - Yvonamor Palix” de París y Ciudad de México, la cual presentó en muestra individual las “esculturas de aire” del argentino Pablo Reinoso.

La galería Thessa Herold de París expuso a los cubanos Wilfredo Lam, Agustín Cárdenas y Jorge Camacho, al mexicano José Luis Cuevas y al venezolano Pancho Quilici. Ana Mendieta mostró sus obras en la galería Nathalie Obadie de París. La joven colombiana Monika Bravo se destacó por su participación como vídeo-artista con una instalación de juegos virtuales interactivos, auspiciada por la galería italiana Muller de Chiara. Por Brasil, participaron Carlos Freire, Ana Maria Maiolino y Vick Muniz. Este último, que es fotógrafo y pintor, presentó pinturas realizadas con chocolate líquido y polvo recolectado en museos, con un re-make del “Origine du monde” de Courbet, esta vez dibujado con polvo y fotografiado después. Los lienzos del chileno Roberto Matta, con sus formas líricas y profundizando un espacio virtual ilimitado también se exhibieron en el stand de la galería parisina “1900-2000”.
Para concluir, La FIAC, más allá de ser el lugar para el marketing internacional y el show room publicitario de artistas y galerías, es un evento en el cual se puede tener una visión panorámica de la actualidad más reciente del arte contemporáneo. Si aún la participación de América Latina no representa a su inmensa actividad plástica, es un buen punto de encuentro entre culturas y una excelente puerta para conocer la creatividad y el profesionalismo de los artistas.