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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Arte
2 8 2004
Sobre el cuadro “Yo” (El gran cine planetario) de S.M. Félez, croquis del autor, por Fernando Arrabal
SM Félez: Genial pintor del Ampurdán, tan secreto como desconocido. Antes de proponerle en 1964 su nuevo nombre firmaba sus cuadros “Fernando San Martín”. SM no es un apócope de Su Majestad sino del apellido del padre del pintor, el de su madre es Félez. Aunque admirado en su día por Dalí hablaba con él casi exclusivamente de técnica pictórica. Hace 40 años comenzamos Félez y yo nuestra colaboración cuyo último exponente ha sido el cuadro “Yo”. Entre nosotros nunca decimos “yo sé que” sino “creo saber que”. * “Yo” (El gran cine planetario): Último óleo de casi dos metros de altura, de SM Félez con mi croquis. El cuadro “Yo” fue ovacionado, en el momento de su presentación en París el pasado 17 de junio, como ni Las Meninas ni la Gioconda lo fueron en su día. Sólo el inolvidable Luis Mariano fue aplaudido sistemáticamente tras todos y cada uno de sus esbozos, con cuatro pinceladas mirando al público, de la maja desnuda. Conseguía este triunfo en el Teatro Châtelet de París todas las noches por la ciencia de su interpretación de Goya en la opérette azarzuelada El Príncipe de Madrid. Las falsas ciencias y creencias ¿son siempre errores? * Cuadro figurativo: Figura del lenguaje pictórico, que como figura celeste delinea la postura de la ciencia acoplada a la memoria en un momento dado. El diccionario de María Moliner no hubiera hecho buena figura ante André Breton con esta nota que denota: “…figurativa…a diferencia de abstracta o surrealista, obra artística que representa cosas que existen en la realidad…”. En el centro del cuadro “Yo” el niño Fernando A… estoy en la playa de Melilla en julio de 1936. Inconsciente de la condena a muerte de mi padre parezco desamparado. Solo en el mundo me escondo en mí mismo, frente al furor incivil. Sobre mi camiseta blanca llevo inscrito el pronombre “Yo” de mi único refugio. A los piés del niño Fernando A. dos perros-dragones rabiosos enzarzados están dispuestos a devorarse y a devorarnos. Luchan por llevarse el hueso “1936”. Del huevo del universo brota hacia lo más alto un corcel blanco. “Iré como un caballo loco” es el título de mi segundo largo-metraje. Presupone el ascenso al Altísimo de la astrofísica, de las matemáticas y del amor del amor. Es la añoranza de la aparición virginal y de la levitación. Encajado en la esfera del eterno retorno, verde como la esperanza, permanece el destino con frac y vaquero. Sus pies están plantados en el huevo universal. El destino, cual Verónica evangélica, da cita con un paño rojo al caos. Sobre esta capa figura la imagen de mi padre con los ojos tapados por los esparadrapos negros de la intolerancia. El trapo rojo del destino lleva escrito el nombre de mi padre y el eslogan “Viva la muerte”. Es el título de mi primer largo-metraje. Premonitoriamente anuncia la divisa de los matarifes del nuevo milenio: “A vosotros os gusta la vida, pero nosotros gritamos viva la muerte”. “Yo” será el título de mi octavo y próximo largo-metraje. Un film similar hubieran debido realizar los nueve de la fama. Cada uno de estos nueve cineastas del cuadro ¿pudo acabar su obra cinematográfica con la apoteosis esperada? Rodean la escena central del cuadro nueve fotogramas del cine de creación; son las nueve carceles donde se encierra el realizador a causa de su genio; son las mirillas de escafandra por las que contemplan la pasión y sus excepciones submarinas. Los nueve iconos de la cinematografía que rodean al niño son Henry Ford, Luis Buñuel, Charles S. Chaplin, Ingmar Bergman, Alfred Hitchcok, David Wark Griffith, Carl Theodor Dreyer, Sergeï Eisenstein y John Houston. Los nueve realizadores del gran cine planetario viven en negro y blanco como indica el cuadro ¿y los agujeros negros del universo? Los nueve ni siquiera jugaron a dudar de todo ¿para no caer en otro dogmatismo? * Cenáculo:.Restringido corro de personas animadas por ideas parecidas o desanimadas por ideales enrarecidos. En los cenáculos –sin cenas- a los que asisto en París, celebro las excepciones patafísicas y los epifenómenos pánicos. El Colegio de Patafísca celebró su último cenáculo el jueves pasado 17 de junio, a las 17 h 17’ en mi sede virtual parisiense de T.S.. El R.H. de S. M. remozado notificó de la forma más universalmente privada la llegada al cosmos real del nuevo cuadro felezarrabalesco “Yo”. Estuvieron presentes los mozos del Colegio, Grégoire Lacroix, la viuda del pintor Lam, Godard, Héctor Loaiza (no pudo venir y se excusó) , Laurence Imbert, Lélia, Penélope, Puchi, Ramón Suarez, François Garnier, Marylise Gazarian, X Croata, Pablo García, Michel Kanter, Lis y Thieri Foulc entre otros. Por emilios oficiales los novísimo institutos, las comisiones y las sub-comisiones internacionales, manifestaron estar “con nosotros aquí y ahora, ici et maintenant, qui ed ora, here and now, hier und jetzt y aqui e agora por lo menos”. Las proposiciones empíricas ¿pueden llegar a formar un conjunto macizo? “Es bastante desolador y estéril carecer de autoestima. No es humildad sino depresión, lo mismo que la autoestima no es soberbia sino justeza. No es imaginarse ser más de lo que se es, sino sentir lo que se es -poco o mucho- pero apreciarlo como propio y no tirárselo a la cara, resentidamente, a la providencia. Más vale lo poco, real y propio, que somos, que lo ajeno e irreal que fantaseamos ser. Sin autoestima y sin moderación no se puede ser feliz. Esto, vaya dicho ya de antemano”: Luis Cencillo . * Otro arrabalesco: Sólo existe el yo, lo demás es egocentrismo.
acerca del autor
Fernando

Fernando Arrabal nació en Melilla (Marruecos Español) en 1932, de padre republicano y madre franquista. Su padre era oficial del ejército español. Desde 1954 reside en París. Algunos títulos de sus dramas: "El cementerio de automóviles", "La comunión solemne", "El arquitecto y el Emperador de Asiria"... Sus películas: Viva la muerte", en la que describe su infancia, atormentada por la desaparición de su padre durante la guerra civil española y la dictadura franquista. Además es poeta y pintor, como lo muestra el voluminoso libro de arte, "Arrabal espace", editado en francés en 1993 por Ante Glibota, y que presenta su obra literaria, dramatúrgica, cinematográfica y artística. Recibió el Premio Nacional de Teatro 2001 y el Premio Nacional de Literatura Dramática 2003 de España.