Literatura
1 11 2002
"Letras que lanzan puentes a la otra orilla" por Paula Rivero
A lo largo de los cuatro capítulos del libro, Aínsa coloca a la literatura latinoamericana frente al espejo de París, meca de lo imaginario donde culturas de todo el mundo confluyen. La imagen devuelta, la reflexión que el escritor uruguayo desarrolla, es un paisaje en el que se recogen tanto la visión de la literatura latinoamericana en sus particularidades y divergencias con la europea; como sus características comunes independientemente de la nacionalidad. “Pasarelas, Letras entre dos mundos”, dibuja la situación de la literatura latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX, abarcando el panorama completo gracias a la toma de distancia y objetividad al situarse en la pluralidad cultural parisina. “Se aprende y se conoce más sobre América Latina de lo que se sabía viviendo en el propio continente” afirma Aínsa en la introducción de su libro, para conducir al lector hacia la comprensión de las distintas culturas que coexisten en Latinoamérica. Vistas en conjunto, como se puede observar desde las grandes ciudades cosmopolitas, se percibe su unidad dentro de la diversidad. Allí, el autor inicia su primer capítulo “Vasos comunicantes” en donde explica cómo el escritor latinoamericano moderno se eleva a lo universal, desde la retoma de expresiones nacionales, una vuelta a las raíces, a la infancia o una relectura de su folclore nacional. En esta dinámica literaria, no sólo se crea un modelo, la ficción y el realismo mágico latinoamericanos, sino que se llega al punto de maduración al integrarse a la literatura universal, entrando en diálogo cultural con Europa y alimentándose recíprocamente. Escribe: “Lo uno se expresa en lo diverso y lo diverso en lo complementario” para describir la posición desde la cual escribe el autor latinoamericano que se encuentra en el viejo continente. Con un humor sencillo e inteligente se refiere a la pluralidad cultural a la que está expuesto todo intelectual creativo cuando se aleja de la patria, concluyendo con “el bosque nos permite ahora ver mejor los árboles”. En el segundo capítulo “Maestros en el banquillo”, Aínsa presenta a seis autores representativos de las letras latinoamericanas: Leopoldo Zea, Ernesto Sábato, Carlos Fuentes, José Donoso, Gabriel García Márquez, Julio Ramón Ribeyro. La manera con que aborda a estos escritores es distinta en cada caso. Con Gabriel García Márquez, hace una interpretación del universo macondiano para concluir: “Es evidente que la esencia de su impacto (el de GGM) sigue vigente: El arte de magia, “real maravilloso”... gracias al cual surgió como por encanto un pueblo lleno de alegrías y tragedias, seres humanos cuyas vidas están entretejidas por los “cuentos” que pudieron ser narrados por abuelas a sus nietos y que hoy son, felizmente, el patrimonio universal”. En la entrevista al mexicano Leopoldo Zea, cuestiona especialmente la comprensión universal de una realidad plural, el espacio para la filosofía en la actualidad contemporánea y específicamente, en la solución a las problemáticas latinoamericanas. En el ensayo sobre Zea, resalta su capacidad para situarse como filósofo en la realidad de nuestro continente que, sin alejarse de la actualidad, logra ser un pensador práctico, un creativo que usa la razón como herramienta útil a la solución de problemas. Entrevista a Ernesto Sábato sobre de sus principales preocupaciones a lo largo de su obra literaria: la cosificación del ser humano por la técnica, los peligros y las salidas a los conflictos de fin de milenio, los valores absolutos del arte. Siguiendo a la entrevista, Aínsa narra en lenguaje de crónica, la experiencia de haber entrevistado a una figura mítica como Sábato y las anécdotas ulteriores sobre la publicación de la misma entrevista. Reflexiona también sobre la actitud crítica del escritor peruano Julio Ramón Ribeyro frente al éxito de su obra “Prosas Apátridas”. Aínsa consagra un capítulo a la visión femenina en una colección sobre cinco escritoras latinoamericanas que han sabido forjar criterios, temáticas y estilos definiendo así su personalidad literaria. En “Palabra de Mujer”, la tercera parte de “Pasarelas” se recogen ensayos sobre la argentina Luisa Valenzuela, la mexicana Angelina Muñiz Huberman, la uruguaya Teresa Porzecanski, la chilena Lucia Guerra y por último la nicaragüense Milagros Palma. Cada una de las escritoras es un universo con una cosmogonía diferente. Siendo todas latinoamericanas, cada una dedica sus letras a distintas problemáticas y aborda la realidad desde diferentes perspectivas. Durante el recorrido a través de las cinco autoras, trata aspectos diversos del acontecer latinoamericanos. En la narrativa de Luisa Valenzuela tomará relevancia el miedo. El miedo al convertirse en común denominador en el ánimo colectivo cuando se vive en estados de violencia o cuando es un mecanismo para mantener el poder político, como los que se han vivido y se sigue viviendo en Latinoamérica. A manera de cura para la sicología colectiva o sublimación de las tensiones oscuras del miedo, es necesaria una literatura del “país del miedo” como la de Valenzuela. De otro lado, al reflexionar sobre la obra de Lucia Guerra, toma relevancia en la definición de la identidad cultural latinoamericana la semiótica y la poética de la mujer en sí. “A través de la narrativa de Lucia Guerra es posible descubrir que la mujer en sí misma puede ser una alegoría de otras realidades”, afirma el autor. En la última parte “Centros de la periferia”, Aínsa dedica su atención a los nuevos escritores latinoamericanos herederos del ya iniciado boom de la literatura latinoamericana de los años 60. Comenta y consagra un análisis de las obras de Salvador Garmendia, Manuel Scorza, Gregorio Manzur y otros quienes buscan y redefinen los desafíos de los escritores que se encuentran en Europa. “Pasarelas, Letras entre dos mundos” es un mapa guía con una visión cosmopolita para buscar los sentidos hacia los cuales se ha dirigido la literatura latinoamericana de los últimos tiempos. Los puentes que lanza a la otra orilla del Atlántico a través de esta antología de ensayos y entrevistas, conforman un discurso lúcido de lo que claramente se define como identidad cultural latinoamericana. Un tema rico y múltiple en criterios, en donde la diversidad forma parte fundamental de su energía vital. La literatura, el fijador necesario, sino indispensable, de la poética de los hechos en la memoria colectiva. Su paso de la coyuntura histórica local, a pieza fundamental en la cultura universal.