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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Arte
1 4 2006
Luz y monumentalidad en gorditas nicaragüenses, por Arnulfo Agüero
“En las pinturas de Sergio Velásquez, encuentro elementos característicos típicos, como son las imágenes de Managua, de Nicaragua, las frutas tropicales, y unas mujeres que tienen un rostro que no es indio, que se parece muchos a las nicaragüenses, por tener una cara bien ovalada boca sensual, carnosas”. En síntesis encuentra tres elementos a su obra: la mujer, el paisaje y la naturaleza que llaman a una identidad nacional. Esto es perfecto para expresar una identidad nacional y viene a ser una especie de sello: Un “Milluumino d’inmnenso poético” (Luz, plenitud e inmensidad). Estos conceptos de obra monumental con identidad nacional bien pueden ser llevados al arte público mural, valora el muralista italiano y maestro de arte de la Escuela de Maserata, Giancarlo Splendiani, quien destaca la plasticidad sensual y monumental del pintor nicaragüense, Sergio José Velásquez, (Managua -1955). Breve historial de su formación Su inicio formal en el campo de las Bellas Artes, se da después de haber concluido sus estudios de educación media y de haber abandonado su tercer año de Contabilidad Pública en el Centro de Estudios Superiores (CES); pero su inclinación viene desde temprana edad, como dibujante autodidacta, llegando a laborar por tres años en el Departamento de Arte del Ministerio de Agricultura en 1976-79. Impulsado —como El reflexionaba en la Revista Informativa Extra, de León, en Abril 1998— a definir un futuro promisorio, en este campo decidió en 1978, ingresar a la Escuela Nacional de Bellas Artes, “Rodrigo Peñalba”, (ubicada en ese entonces, en la Colonia Dambach, de Managua) donde permaneció cinco años, logrando graduarse exitosamente en 1983, en las disciplinas de dibujo y pintura. Figuraron entre sus maestros, reconocidos dibujantes y pintores como Julio Vallejo, Genaro Lugo y Silvio Bonilla. Recibió cursos adicionales con el maestro salvadoreño, Camilo Minero, en la técnica de acuarela. También entre 1980 y 82, recibió talleres libres, de Arte Gráfica, con el cubano, Luís Miguel Valdés; y Arte Monumental, con el italiano, Sergio Michellini. En 1982-83, fue profesor de pintura y dibujo en la Escuela Peñalba - ENBA. En la actualidad trabaja en su taller, ubicado en el Centro Cultural Managua; y fue Presidente de la Unión Nicaragüense de Artistas Plásticos (UNAP) Leonel Vanegas, del 2002-2004. Obras en el Museum of Latin American Art Tradicionalmente, a Sergio, se la ha conocido tanto a nivel nacional, como internacional, a través de sus “Gorditas Nicas”; pero el artista también ha incursionado en otros géneros académicos, como el retrato y el paisaje nicaragüense. También ha explorado brevemente la expresión abstracta y semiabstracta. En cuanto a su propuesta, revela además que en muchas de sus creaciones alegóricas, con ciertos aires de melancolía, está presente la mujer trabajadora: como lo es, la típica mujer de los mercados: La vivandera. La obra titulada “Vendedora de ayote” fue seleccionada para formar parte de la colección permanente del MoLAA, en California. Esta obra fue publicada a finales del 2005 en el libro Dos Mundos, (Sixth edition, Mc Graw Hill, Estados Unidos) Cabe destacar que en este texto bilingüe de comunidad y comunicación, también aparecen pintores de la talla del colombiano Fernando Botero, el muralista mexicano David Alfaro Sequeiros, y del venezolano Gabriel Bracho (1915-1995), entre otros. Asimismo valga recordar que Sergio viene a ser el aceptado en esta Casa de Arte Latino, junto a reconocidos maestros del arte Latinoamericano. Fue así como en febrero del 2000 , participó en una muestra de Arte CA, inaugurada en el MoLAA, titulada “De lo vasto a lo profundo”, integrando la Colección de la Fundación “Robert Gumbiner”. En dicha muestra participaron nombres como Elmar Rojas, Armando Morales, Francisco Amighetti, Armando Lara, Guillermo Trujillo y César Menéndez, entre otros. Sus obras gozan de aceptación internacional. Ha participado en Nicaragua, con más de ochenta exposiciones colectivas. En el extranjero con unas doce: Washington, España, Dinamarca, Taiwan, Centroamérica, entre otros. En Diciembre de 1993, en Miami, Florida: en Coral Gables, en el Capital Bank, realizó su Primera Exposición Personal, con mucho éxito; esta fue apoyada por el chairman y mayor accionista del Banco, Sr. Abel Holtz. En una muestra en Valencia sus trabajos causaron sensación. En el popular programa televisivo de Univisión, “Don Francisco”, en el año 2000, sus cuadros fueron exhibidos, destacándose su particular estilo centroamericano al pintar el tema de la mujer voluminosa, sensual y trabajadora: Las gorditas nicas. ¿Porqué pintar el tema de las gorditas? Una pregunta intermitente, —que Velásquez, no puede evitar de contestar— que hacen siempre sus espectadores, está relacionada de manera obsesiva a su constante tema “Las Clásicas Gorditas Nicaragüenses”. Éste artista que trabaja con frenesí este icono femenino, conceptualiza en suma brevedad que: “la mujer es el símbolo del amor y la continuidad de la vida”. Las figuras femeninas son el elemento básico de sus composiciones. Mujeres masivas de rostros delicados, de manos gráciles y miradas cándidas. Sus cuerpos monumentales tienden a la redondez del reposo absoluto, favorecido por una luminosidad de excepción que irradia de sus rincones íntimos. “Con estos elementos —nos afirma el pintor— resalto con claridad a la mujer, paisaje y frutas; logrando una simbología de profunda emoción espiritual y erótica, acompañada de estructuras humanas, monumentales creando un orden de ritmo, armonía y energía”. Para lograr su ideario — permanente encuentro con Latinoamérica — recurre a una realidad de símbolos y perspectivas, con un algo de “abstraccionismo”, pero con la firmeza de una tendencia eminentemente figurativista que irradia la luz del encendido trópico y la festividad de la eterna alegría tropicalizada. “Me gusta el volumen, porque la redondez también es sensual, y porque esa forma es la totalidad de las cosas”, agrega, dignificando así el papel de la mujer. Su obra artística es trabajada día a día con mucho empeño y pasión; dejando su fuerte huella en la historia del nicaragüense y latinoamericano. Esta huella, reconocida hoy por muchos, también está incidiendo en mayor o menor grado, al marcar pautas de “creatividad y producción” de obras menores, de artistas populares que trabajan este tema —“Las Gordas de Velásquez”, que vienen a constituir el nacimiento de un icono local— a nivel de comercialización, en los principales mercados del país (Managua, Masaya, Granada). Opiniones críticas Por su parte el catedrático de historia de arte, Arq. Porfirio García Romano, estima que el tema de la “Gorda u obesa ha sido tratada en el pasado por Pedro Pablo Rubens, en nacarada piel de tono rosa; y recientemente por Fernando Botero, y reiteradamente por Sergio Velásquez. En sus simbólicas obsesiones Sergio recrea el mismo tema: mujer, fruta, ambiente, jugando con la posibilidad de diferentes expresiones” El escritor de la Upoli (Universidad Politécnica), Anastasio Lovo, tituló “La luz mujer en la pintura de Sergio J. Velásquez”, publicada en la edición No.17, de la Revista Cultura de Paz. En el sostiene que en su obra de la “Fíat Lux Femina” (Hágase la luz mujer), existen dos percepciones sobre él: “Una que es el pintor de las gorditas y la otra que es el mejor discípulo nicaragüense de Botero”. Esta luz - sostiene Lovo - creadora, interna y femenina se despliega con ritmo y armonía cromática que forma un continente colosal”: La mujer iluminada, delicada, espiritual y sensual. Para el veedor y pintor, Donaldo Altamirano el arte de Velásquez asume claros puntos de referencia, instaura un centro calmo —genocentrista— de continua fijación temática, lo que le permite alejarse de las muchas complicaciones de las expresiones conceptuales. “He aquí el mito de la belleza denunciado por lo redondo” - afirma, recordándonos el origen de la monumentalidad de la belleza clásica. Finalmente el artista nos dice: “Hablar de mi obra pictórica, es hablar de grandes volúmenes de figuras de mujeres contrastadas con planos —de paisaje rural o urbano— en composición equilibrada. Es una obra que alegra y que nos sumerge en un mundo de la realidad mágica.”. “Las mujeres son una constante en mis cuadros”.
acerca del autor

Sergio Velásquez estudió dibujo y pintura en la Escuela de Artes Plásticas de Nicaragua, Grabado en el Taller de Artes Gráficas y Arte Monumental. Desde 1981, ha participado en 40 exposiciones en su país, Nicaragua, y en Mozambique, Miami, San Francisco, Washington, Beverly Hills, Valencia y Madrid (España), Suecia, Alemania y México.