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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Arte
1 6 2006
Siete pintores hondureños en Nicaragua, por Arnulfo Agüero
“La mayor parte de pintores hondureños hemos estado reincidiendo con el tema — o forma de pintura de mujer—, algunos por cuestiones estéticas, otros por género, o por preferencia del desnudo femenino sensual o maternal”. Sintetiza en su autocrítica el pintor Alfredo Martínez Ponce, curador de la muestra de siete pintores de su país, llamada “Imaginaria”, expuesta durante el mes de junio del 2006 en el Museo Galería Josefina, de Managua. Además de Ponce, exhiben los artistas: Delmer Mejía, Blas Aguilar, Iván Fiallos, Rossel Barralaga, Tulio Reyes, y el escultor/pintor Víctor Hugo Cruz, para quien el discurso de la figura humana o femenina es tema de obsesión estética, inspiración latente, búsqueda de placer y calidad plástica, reincidente. Algunos de los referentes de esta muestra reciente, con temática primariamente de mujer, han sido los desnudos femeninos - neoclásicos - de Armando Morales, sostiene Ponce, al reconocer el aporte de Nicaragua, y otros maestros pintores centroamericanos, a la plástica de estos siete pintores hondureños, que trabajan este sensual motivo, desde diferentes ópticas del arte de caballete. Para este pintor el tratamiento de luz adquiere en la muestra matices poéticos, estéticos y de identidad, más que de lucha de géneros. En un rápido vistazo nos encontramos con elementos de identidad cultural ancestral, Maya, circunscritos en los dibujos de algunas pinturas de mujeres ataviadas de historia ornamental indigenista. Lo cual reitera un rescate cultural que persiste en sus formas mujer, amante sensual y de matrona viviente. El preciosismo en muchas obras es pletórico en su búsqueda decorativa, en el cromatismo, manejo de luces y contraluces, de sombras y degradaciones tonales, en planos escalados y de volúmenes en busca de perspectivas, tradicionales y dinámicas. Sin pretender intelectualizar las obras, las composiciones transcurren hacia la figuración femenina primordialmente, reiteramos, dándonos una lectura de obsesiones por el placer de pintar el desnudo de mujer, en sus varias escenas y configuraciones, arquitecturas o geometrías, de goce académico contemporáneo. Este “preciosismo de la estética femenina galante”, es solucionado por cada pintor a su manera, baste apreciar en un breve recorrido por la muestra para darnos cuenta, de la maduración del oficio, en lo que respecta al tratamiento de la luz, contraluces o sombras, así como en sus composiciones sicalípticas, eróticas, que se retiran de la carga política o social. Lo hemos visto en la última década, en particular, en algunas muestras en galerías de Managua. Esa tradicionalidad de este tipo de estética, sin duda parte del oficio del arte de dibujar y pintar con pasión placentera, disciplina y formalismo sobre lienzos. Los que algunos como Iván Fiallos le imprimen un gran dinamismo, teatralidad lúdica, y actualidad de diseño. También puede verse la meticulosidad y rigurosidad plástica en obras de Delmer Mejía, actual director de la Escuela de Arte en Honduras. Al igual en pinturas de Blas Aguilar, contemporáneo de Mejía, pero con incursiones en las fragmentaciones geométricas del realismo. O en los cuadros de Alfredo Martínez Ponce explorando nuevos imaginarios y formas. O Tulio Reyes, pintando con un excelente cromatismo la ideografía femenina. Rossel Barralaga, con un romanticismo de galanterías escénicas. Y Víctor Hugo Cruz, pintor, escultor de la terracota y resinas, maestro de la clase de modelado de anatomías, que de alguna manera nos hace recordar el fuerte espíritu del escultor Obed Valladares, digno baluarte de la fortaleza Maya, renacida en nuevos vigores. La vitalidad de la figura humana, del enfoque de las composiciones femeninas, del desnudo conservador, la mayoría, transcurre hacia un realismo recurrente, vanidoso, pero matizado de simbolismos y juegos oníricos, en algunas obras, las cuales tienen su propio espacio, prevaleciendo su expresión galante y manufactura pujante, ubicándose fuera del abstraccionismo, minimalismo, arte conceptual, arte digital, o arte en la red. Esta muestra es la reiteración y permanencia de una escuela con estética de mujer: placer hecho arte con forma de mujer para sobrevivir al tiempo del hombre sobre la faz de la tierra.
acerca del autor

Arnulfo Agüero, Managua (Nicaragua). Periodista cultural y poeta. Dos años de estudios de periodismo en la UNAN-Managua, “Escuela Ricardo Morales Aviléz”. Diseño de Páginas Web en Guegue Comunicación. En los últimos seis años ha publicado en los periódicos de mayor circulación, La Prensa y El Nuevo Diario sobre artes y cultura, espectáculos, entrevistas, artículos y notas sobre temas nacionales, políticos y económicos. Colabora también en la Revista de literatura nicaragüense 400 elefantes y Cultura de Paz. En preparación: tres libros de poesía y dos de artes visuales nicaragüenses.