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Director: Héctor Loaiza
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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Poesía
5 2 2008
Dos relatos cortos de Juan Beat
AVENIDA ZARAGOZA No presumo de tener “muchas mujeres”, realmente no las hay. Solo chicas mitómanas, otras muchas dependientes, no hay mujeres en mi vida, solo fantasmas como Ayesha y “fantasmas de la Red” como mi “mujer antiperfecta”; platicamos no muy seguido, su carácter de desapego es bastante asertivo y muchas veces me causa disonancia. Todo eso me hace asimilar la soledad entre cds de John Coltrane y Bohemia obscura, por supuesto que no soy ninguna víctima de “las mujeres”, simplemente se que lo mío es no compartir nunca más siquiera una borrachera con una mujer que valga la pena. Puedo beber con muchas… y al final, tras la resaca, no dan ganas de compartir mis más “íntimas canciones”. No las entienden… plácidamente duermen aún cuando chinches, moscos y Montse Cortés “molesten” su plácido descanso. Es horrible pasar la noche con una mujer que no tenga ese link sonoro; realmente me desalienta mucho que Portishead, George Michael, EBTG, o Coltrane no ocasionen estragos en ellas. Puede ser que sea un frívolo y prejuicioso, pero no quiero a una mujer dulce, tampoco a una ex novia redimida, mucho menos a quien le parezca que Morente cantando a Lorca es aburrido. Quiero a una enloquecida mujer con ron, cerveza o lo que sea corriendo por su sangre, que me sorprenda con Rachael Yamagata, A Gilrl Called Eddy, Falete o Bowie, con eso me basta; ya ni si quiera “busco lo de mis exs”, están olvidadas para mí, sólo son como simples íconos del desktop de mi vieja eMac. Todas ellas se han ido a la mierda, al infierno o a la felicidad, no me importan, ya ni siquiera las extraño… lo mejor ha sido borrarlas del msn, de mis recuerdos, de mi música, de mis films… Solo hay un fantasma irreal, y uno “real”, y no se si yo tenga tanta paciencia, como para esperar hasta que ella quiera compartir canciones en un horrible cuarto de Hotel cerca de Avenida Zaragoza. TIE UP MY HANDS Cuál es la razón de los vínculos, ¿de la mierda asociación de sonidos y momentos? ni si quiera responde a un mecanismo de supervivencia… aunque puede ser uno de adaptación. Cómo pasar los días en un futuro incierto, bombardeado por recuerdos, películas, canciones, ensoñaciones, imágenes. La única respuesta es un vínculo, un largísimo tren de relaciones entre madrugadas entrañables y canciones que sonaron durante todo ese tiempo, no importando si durmiendo, platicando o simplemente bebiendo daba vueltas y vueltas un mp3 o el cd en la ya destrozada ibook G3. Parece ser que al final solo queda una imagen borrosa de aquellas madrugadas mezcladas con las de ahora, tan a solas, aunque casi igual de etílicas que las que se… nunca “regresarán a mi”. Mi padre me enseñó una foto de un viaje a Barca; mi madre, mi padre, y yo (irreconocible) cenando en una navidad, con un tinto viña real y paella. Que delgado estaba, claro, ya seis o siete años, los cuáles no he desperdiciado en absoluto (aunque mujeres como “La Courtney” piensen que si), he bebido lo suficiente como para no “estar como en esa foto”; además, han pasado las mujeres más santas, locas, extrañas y superfluas por ese “tren de relaciones y asociaciones”. —Ayesha fue la mujer de mi vida— respondí a mi Madre mientras yo manejaba por Zaragoza, y si, no hay duda que me jodió la vida y peor aún, yo se la jodí a ella. Ahora está desaparecida y he tratado de “romper” aquel vínculo que por “Karma” o lo que sea, se estableció en una sola noche con cerveza y después tinto, noche buena y flamenco en mi casa. Parece que ya hace poco logré convertir a esa relación en “una ex”, es decir, darme cuenta que los vínculos están solo en discos y canciones. Incluso he llegado a sentir compasión (en el buen sentido) y un desapego absoluto por la imagen de su amoroso rostro a mi lado al amanecer. Me duele darme cuenta que a mi edad, con “mi vida”, con o sin poemas, lo que más necesito es a “una mujer heroica” despertando a mi lado, sin reproches, sin enojos, con su mirada fija al velocímetro del viejo spirit, sin recriminarme… sin importarle volcar y mucho menos mientras entre-cortadas canciones cursis suenan al mismo tiempo, que el dulce chirrido de las neumáticos… ¡Ja, algo que sé que nunca lo tendré!
acerca del autor
Juan

Juan Ismael Ramírez Labastida (Juan Beat), México, 1976. Es licenciado en psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue director fundador de la revista estudiantil “Comunicantes”, de la Facultad de Psicología de la misma universidad. Es editor de “Los Avengers Fanzine” y ocasional colaborador de Generación y Resonancias. Ha colaborado en diversas revistas electrónicas mexicanas e internacionales. No premios, no becas, bebedor de cerveza oscura y músico de bop frustrado. Sus principales influencias son: Jack Kerouac, Charles Bukowski, John Fante, Raymond Carver, Fernando Vallejo, Alejandro Jodorowsky, David Lynch, Pedro Almodóvar, John Coltrane, Charlie Parker…