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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Poesía
2 3 2008
Dos prosas de Juan Pomponio
MUELA E GALLO

Un hombre que portaba un sombrero de paja caminaba por un sendero cortando la profundidad de cerros azules. En su rostro barbudo y anguloso se notaba el cansancio de trajinar caminos. En la aldea de Humukena, donde sabios campesinos habían desarrollado por intermedio de diversos injertos, una clase de planta que daba como frutos, bombillos eléctricos que luego de ser recolectados eran utilizados para iluminar la comarca. Al llegar frente a un campesino que araba la tierra con una yunta de bueyes. Le hablo:
—Busco a Muela de Gallo.
—¡Soo! —gritó el campesino frenando los animales. Lanzó un eructo y le respondió.
—Seguro anda destilando sus pociones. Vive allí —dijo señalando una casa con tejas negras.
El hombre se quitó el sombrero, saludo al agricultor y se marchó hacia la casa. Luego de andar unas cuadras alcanzó una puerta de madera. Golpeo el dragón plateado que tenía como aldaba y espero unos segundos. De pronto se le apareció un anciano que flotaba, se encontraba descalzo y sólo portaba unos harapos.
—Hace mil años que lo esperaba —dijo Muela de Gallo—. Pasa.
El hombre del sombrero ingresó y sintió la presencia de seres luminosos. En el cuarto vio botellas de cristal, tubos de ensayo, botellones de arcilla etiquetados, y afuera, bajo un mango frondoso, reconoció un viejo alambique. Muela de Gallo lo llamó. De un arcón tallado en madera extrajo una botella de color dorado. Se la entregó.
—Sólo funciona si se comparte —le dijo mirándolo con ojos sin tiempo.
—¿Qué es?
—El elixir de la felicidad.





TRÓPICO

Ha comenzado a sonar la campana del témpano que deambula por selvas tropicales, se derrite el agua y tu figura labrada aparece. Ya estás en ese preciso lugar, donde exóticos pájaros fornican en tu nombre. Las estrellas descubren sus senos derramando una leche tibia que cae como llovizna de medianoche. Todos se embriagan y corren desaforados, la orgía comienza, la selva tiembla: algo inesperado ha comenzado. El candombe de la magia seduce cada contacto, los peces oscuros cobran vida. Y una cadencia insuperable recorre el río por arriba y por abajo. Hojas múltiples aceleran la fotosíntesis y crecen desmesuradas cobrando formas humanas para que todos los seres vivos puedan disfrutar la presencia del tiempo que se tiende en hamacas a descansar. Los minutos se detienen, ya esta todo listo, y para que te visto, si vas desnuda: pirañas sonámbulas muerden tu carne y una carnicería de orgasmos retumba sobre colchones de esmeraldas.

23/X/98