Martes 14 | Mayo de 2024
Director: Héctor Loaiza
7.319.092 Visitas
Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
resonancias.org logo
157
Poesía
13 6 2008
Vida, azar, amor y fatalidad en los poemas de Juan Carlos Vásquez
Formas

Al saltar, pensaría en volver,
cayendo.

Al caer,
un látigo partiría mi espina dorsal,
todo lo que fue vida tras una silueta
marcada con tiza.

¿Y si fuese un disparo?
el índice en la profundidad
sintiendo todo el peso,
esos espasmos como descargas
de miedo para apagar
la luz en una noche de visceras.

¿Y si fuesen sogas?
el aire perdiéndose, los ojos saltando,
la sangre desviándose de la cabeza,
memorias, pintarse de rojo el rostro
como en un carnaval.

Para el ultimo viaje:
rastreando con esfuerzo
la mas fragil combinación
de nervios,
yéndose en un oleaje de
espasmos en las coordenadas
exactas.

Para el ultimo viaje
la lengua serpenteando,
un quimico en la falange,
las venas llenas
de vidrio viajando todo
el universo.

Para dormir soñando con vida:
una noche sorda y oscura siempre llega
masacrando un cuerpo





Sanarme
A Susana Huerta

¿Podrás encontrar en mi cráneo
ese quiebre, esos hilos de memoria?

¿Podrás entrar con tus dedos
y operar palabra por palabra,
re-armar un ser sin caídas
y terminarlo antes de tiempo? .

¿Podrás atravesar con tus manos
el espacio, el muro inquebrantable
y grabar tus huellas,
para que salga un sueño,
Para desanudar la soga
oculta y hacer escaleras?

¿Podrás extraer mis parpados
cargados de velas y poner
el lenguaje de tu piel,
la tonalidad debajo
de esta esfera ruinosa
que es mi sombra,
y clamar sanado?

Bajo gasas y catetes
te esmeras y observo,
desde mi sala de voces
y torturas
me absorbe tu distancia
en esta noche sin mundo.






Extraños mensajes

Alguien mueve los labios para articular
mensajes,
alguien con palabras anormales
sorbe y absorbe multiplicándose
en miles de cabezas que se instauran
en los cuatro costados como flaméelas
punzantes.

Dos mil brazos, dos mil piernas,
un rostro.

Todos abren sus labios,
todos remueven sus bocas
bajo fantasmales acosos.

Entre las mas variadas formas
la imposibilidad de librarme
es objeto de elogio.

A través del tiempo
y el espacio
desde todas partes me siguen.

El bagaje-insecticida,
el desperdicio flexibilizando,
una osamenta que inventa
desesperadamente un presentimiento,

una voz que insiste a toda costa
en llevarme al borde
y que salte.






Ahora sé que la vida habia terminado

Todos están enfermos y yo,
estoy muerto,
antes de morir veía la herida con esmero,
antes de morir sentia
el estremecimiento
del latir,
antes de morir asenso y descenso
eran círculos de luz…

Las noches y los días me mataron,
cuando quise sondear un vértice,
cuando salí de la línea hipnotizado
por el el manto otoñal, por la náutica
fatiga de un paladar atestado de formulas
sicóticas.

Las noches y los días me mataron,
cuando enfrente la silueta desclavando
los codos,
cuando la garganta y la asfixia
me desvanecian apareciendome
donde no era.

Las noches y los días me mataron,
filtrándose en mis huesos,
atravesando el tiempo
con su sacristías de despojos,
en un festín falso,
en la carnicería de mi carne
ya no fue tiempo

Ahora sé que había terminado la vida,
desollándose,
Al estirar el brazo
Por aquel empaste cerebral…
acerca del autor
Juan Carlos

Juan Carlos Vásquez, Valencia, Venezuela, 1972. Ha estudiado Administración de Aduanas. Dirige las paginas virtuales de creación Herederos del Caos, http://herederosdelcaos.tripod.com. Como narrador ha publicado Libro de Relatos Pedazos, Familia Ediciones Estival Teatro, Maracay, Venezuela 2000. Sus escritos aparecen en revistas y antologías poéticas de España, México, Chile y Estados Unidos. Dos de sus poemas fueron traducidos al portugués por el escritor Antonio Miranda.