¿Y qué deseaba yo?
Deseaba un silencio perfecto
por eso hablo...
Alejandra Pizarnik.
Pensándote
en carta de anuncio silencio
después
de andar inquieto por ese revoloteo de alma
intentando atrapar callada tez en la orilla
de cerrada flor
que te mantiene cercando noche
doliéndote
el cuerpo, mientras agonizo
sintiendo otra vez
Dios en Rocío
perfumando este destierro viaje futuro
cuando miro tu aire que pasa
y suda
fuerte frente a mí
hermano silencio
II
Entre las ruinas de los años anida una triste voz
que canta por la noche: Te amé.
R. Tagore.
Pueblas
cuerpo propia voz
de aquel dándole la espalda
al azotado huerto de un instante
devolviendo la cadena sin medalla alguna
mojándome los pies
cruz de sal sobre aguas
lejano horizonte que señala
tiempo intacto
bajo la densa alfombra
por donde pasan
aquellos pequeños olvidos
sabiéndome isla
en la orilla del aire
y
no hay regreso
cruce de aguas
que desliza la arena y entierra
lo marítimo de mi huerto
que arrodillarse
con reservado navego
en la boda de nuestro cosido velo
X
Tu nombre
despierta humillado amor
cuando me acuestas por orden y conocimiento
del jugoso cielo
que no tiene la vivencia de hermana
con ilusorio santuario
incrustado en el desnudo muro
donde permaneces
retando la burla de Dios
que no traduce esta desbocada agua
atravesando
por consecuencia, el cauce de mío ropaje
luciente de amor
Floreciendo
sólo
bajo tu seductora tierra
XI
Abrimos
lo espeso y sólo escuchamos
al frío
en los sepultados huesos de este día
hoy comimos
de aquella sangre vestida de halago
para los bien visto invitados
y
tú
escondido
abres sueltos lazos de lluvia
sobre el futuro mármol
besándome
con dulzura hasta los pies
tapiz
tierra
que lejana muestra
tu plumaje
sol
de un solo poniente
XVII
Deseamos Buena Suerte
a la devota agua de nuestra Isla
que destierra surco oleaje amigo
con un amargo
Hasta Luego
por vecina cacería
donde se heredan los no reclamados
Hijos de la Noche
hábito
de la única hembra
llamando ausente
dolor
que tan sólo abraza
un azul silencio en sombra
justo
cuando nuestro laberinto tálamo
entra en oración continua
bajo
el alado cuello del día
Milagro Haack, Valencia,(Venezuela) 1954. De profesión terapeuta ocupacional. Estudios de teatro en la Escuela “Ramón Zapata”. Egresada de la Escuela de Ballet dirigido por Nina Nikaronova, de la Escuela de Arte Arturo Michelena de Caracas. Ha publicado los poemarios: “Temple Ajeno” (1990), “Puertas que no me Pertenecen” (1991), “Luto de otra Boca” (1992), “Cuarto de Ceniza” (1994), “Antología Poética, La rama bifurcada”, Poetas del Estado Carabobo (1986-1994), “Cenizas de Espera” (2003), “Cinco mañanas juntas” (2003), “Lo callado del silencio” (2004). Mencionada en la IV antología de la Asociación de Escritores de Mérida (2008). Ha laborado en el Ateneo de Valencia. Recibió un Accésit en la Bienal Latinoamericana José Antonio Ramos Sucre por su libro “Relámpago entre dos” (2007). Actualmente dirige un Taller de literatura y orientación poética: http://milagrohaack.com.